Hay palabras que son como
percheros:
lo mismo les cae una
gabardina,
un paraguas o un sombrero:
Crisis.
Todos la interpretan como un
venir a menos,
pero igual sirve para un
roto
que para un descosido.
La crisis política es
sustituir
a un ministro por otro,
a veces intercambiándolos.
La crisis económica es muy
desigual
y concita a todos los males:
empobrece a las capas
populares
y ceba el ternero de los
poderosos.
La crisis de fe lleva al
descreimiento,
a tentarse las ropas
y sentirse desnudo,
a perder el clavo ardiente
al que poder agarrarnos.
La de valores nos lleva a la
subversión
de los conceptos clásicos:
descrédito de lo honesto
y corrupción generalizada.
La peor de todas es la crisis de valores. Las heridas que deja son muy profundas.
ResponderEliminarSaludos dominicales, don Paco.
Estoy de acuerdo contigo, ya que esa acarrea a todas las demás.
EliminarUn abrazo.
La crisis se ha instalado en está sociedad e sus diferentes facetas:crisis de valores,crisis de identidad,crisis económica,crisis política....haría falta un bisturí para sanear todo.
ResponderEliminarBesos
No sabemos cómo hemos llegado a esta epidemia y me temo que la solución es todavía menos conocida.
EliminarBesos.
Como bien dices, depende de que lado se este...en las crisis hay quienes van a fondo y otros que surgen...no necesariamente por ser malos...hay personas que en las crisis sacan sus mejores ideas y las venden...otros, si que se aprovechan de los mas débiles y engordan sus cuentas...lo que si es cierto es eso...siempre hay quien se hace mas rico y quien pierde todo..hasta la vida..besos
ResponderEliminarGracias, Diva, por tu reflexión.
EliminarBesos.