Los papeles era su obsesión.
Había cruzado a pie el
desierto
y ni las arenas ni el sol
abrasador
frenaron su obstinada
marcha.
Tenía trato amable con el
hambre
y menos afable con el hombre;
sus pertenencias las llevaba
sobre los hombros
y la ilusión en la visera de
su mirada.
No sabía dónde quedaba
Ítaca,
pero estaba seguro que ese
era el destino.
Al llegar al Atlas
se sintió enjaulado entre
alambradas
casi tan fieras como su
ilusión.
No tenía papeles. Nunca tuvo
papeles
ni les hizo falta para
habitar
los fondos marinos del
Estrecho.
Nadie lloró su muerte:
a su madre no le llegó la
noticia
ni le quedaban lágrimas
y los noticiarios no
hablaron de personas
sino del número de posibles náufragos.
Ay, Dios mío. Cómo duelen estás desgracias, de muchos hermanos nuestros. Lo has descrito, que cala muy hondo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu presencia, Sara, y por dolerte el sufrimiento ajeno.
EliminarUn abrazo
Estoy cabreado, somos un país que no quieren a los que vienen de fuera sin los papeles de rigor, pero es que tampoco queremos a los de dentro que mueren fuera; acabo de escuchar que la granadina muerta en Italia como consecuencia del terremoto, el Ministerio de Asuntos Exteriores, no hace absolutamente nada para traerla a ser enterrada en su tierra; sobre el mal trato de los españoles fuera de España ya tenia conocimiento por un sobrino que vivió en ese país, la Embajada lo trató con la punta del pié por solo exigir unos papeles a los cuales tenia derecho.
ResponderEliminarLa "burrocracia" española no quiere ni trabajar ni na de na.
Saludos
Vivimos endemoniados por Don Dinero, quien todo lo gobierna. Gracias, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Y el hambre no avisa nunca. Vive cambiando de dueño. Que diría Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Cierto que se dan algunos cambios, pero difícilmente el pobre cambia de estado.
EliminarUn abrazo.
Solo son un número mas de los muchos que forman parte de las estadísticas.
ResponderEliminarEstoy de paseo por aquí y entro a saludarte.
Las estadísticas son muy frías, despersonalizadas.
EliminarUn fuerte abrazo.