Cuelga la noche su gabán
en tu perchero,
y un bostezo de insomnio
te estremece de miedo,
te atenaza e incapacita
como atado al poste del
tormento.
Ese universo que se asoma
encendido
de noche en el firmamento
es esa misma nada
que no se deja ver durante
el día
y ese mismo infinito
a todas luces inalcanzable.
El ciego camina a oscuras
en todo momento,
con sol radiante o luna en
menguante,
pero no lo hace a través de
la nada
sino por entre lo que no se
vislumbra.
Cuando la noche cuelgue su
gabán
en tu perchero,
date la vuelta y duerme
hasta el alba.
Hay noches trampa que no te permiten conciliar el sueño, aunque el oscuro gabán te invite a ello. Esta ha sido una de ellas.
ResponderEliminarSaludos, poeta Francisco.
Hay gente con suerte, y yo la tengo en un lector avispado y sagaz como tú, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Francisco, la noche nos inspira siempre...Sus ojos nos invitan a soñar, entre las sábanas, el grito de la luz del alba...Nos aporta fortaleza y esperanza.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
Muy bello te ha inspirado la noche al colgar su gabán en el perchero de la vida.
ResponderEliminarDespertar de nuevo al alba, es un renovado milagro diario.
He estado ausente desde el 25 de junio por razones faliriares, ayer publiqué, hoy empiezo a visitar.
Un abrazo.
Ambar