Nubes, aire y desaparecen:
el cielo inmaculado
viste de limpio.
La vanidad es un cisne
que pavonea su plumaje
en la quietud del estanque.
Tras las tapias sordas,
el vecindario abana
los chismorreos.
Dos soledades
se unifican
en compañía.
Las añoranzas reverdecen
en las estaciones
y en los aeropuertos.
Cada pestañeo
es un fogonazo del flash
de la memoria.
Me siento joven;
pero mi cuerpo
no termina de creerme.
En la oscuridad,
la luz del mechero
es un fanal.
Al anochecer,
el sol se ruboriza
en retirada.
Las guerras
trastocan el diccionario:
de asesinato a heroicidad.
La bolsa en caída libre:
los comedores sociales
hasta la bola.
El maestro envejece:
los alumnos
siempre son niños.
El maestro envejece:
ResponderEliminarlos alumnos
siempre son niños.
Por eso el maestro dice: cada año,
son mas infantiles los alumnos.
Por eso el maestro siempre tiene
un poco de niño.
Me gustan todos pero me quedo con éste:
ResponderEliminar"Dos soledades
se unifican
en compañía."
Un abrazo Francisco.
Me gustan mucho estos Haykus, me ha interesado leer sobre los orígenes de este genero.
ResponderEliminar"Las añoranzas reverdecen
en las estaciones
y en los aeropuertos".
También lo hacen leyendo Haykus.
Un beso.
Francisco, que bellos todos los hayku. Yo nunca he tratado de escribir uno. Besos, cuidate mucho.
ResponderEliminarUnos haikus que invitan a ser leídos al atardecer y dado que todos se han apropiado de alguno , personalmente me encanta el que refleja ese maravilloso atardecer de la imagen:
ResponderEliminar"Nubes, aire y desaparecen:
el cielo inmaculado
viste de limpio."
Un fuerte Abrazo.
¿Hay que elegir? No puedo, todas están estupendas poeta.
ResponderEliminarBss
Me gusta que hayas escrito esta verdad:
ResponderEliminarLas guerras
trastocan el diccionario:
de asesinato a heroicidad.
¡Cuánta verdad en tres renglones!
Ángel
Me apropio del último, con tu permiso...
ResponderEliminarY qué verdad es!
Bueno, llega septiembre y te vuelves nipón, eh!
;)
Un besote!
Comparto con el Pensionista..aunque todos están muy lindos, ese haiku es inmenso..bss,
ResponderEliminarQué lindos versos Francisco, muy sentidos y con una sensibilidad exquisita, que solo un alma como la tuya puede lograr trasmitir.
ResponderEliminarEl cuerpo llega a envejecer pero la esencia de un alma noble que traspasa fronteras, siempre será joven.
Un cálido abrazo para ti,
Diana
Hola Francisco!!!! En estos momentos está cayendo una fuerte tormenta y leyendo tus versos me estoy relajando. Sabes???? Me identifico mucho con el último pues soy maestra y siempre digo que ellos (por los alumnos) siempre tienen la misma edad pero yo cada año soy más vieja!!!!
ResponderEliminarBESITOS Y SALUDITOS DESDE JACA.
Cuántas verdades en tus Haykú... digo: este está bueno, no: este también, mmm este pinta lo que pienso, en fin que todos buenísimos. Un gran abrazo.
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