Septiembre tiene voz lánguida
con tornasoles de uvas doradas
y paladar acidulado,
pámpanos que empiezan
a estar mustios de tanto fragor
tras el fatigoso estío;
yo estoy encendido
de deseo,
reverdecido de pasión
-ya conoces mi sed desértica-
-ya conoces mi sed desértica-
pero no escuchas mi entonación
y enmudeces
por coladas y senderos
jugando a descolocarme.
Cae la tarde,
el cielo se echa por los hombros
un echarpe gris
amenazando tormenta
y las estrellas lloran conmigo
el desencuentro.
"Cae la tarde,
ResponderEliminarel cielo se echa por los hombros
un echarpe gris"
Dios te oiga Francisco, Dios te oiga y ese cielo se derrame refrescando la tierra.
Un abrazo.
Francisco, llega Septiembre y su melancolia hasta mi ventana abierta a la ilusion. Que bello es Septiembre. Besos, cuidate.
ResponderEliminarSeptiembre es un mes de nostalgias , de alfombras llenas de hojas en matices ocres , marrones y anaranjados , de muchos días que amenazan tormenta...y sin embargo , es un mes lleno de belleza espectacular como tus versos Francisco.
ResponderEliminarUn Abrazo.
En hora buena Francisco por el nuevo nieto. Como tu bien dices se daría hasta la última gota de sangre por ellos, pues se los quiere muchísimo ¿más que a los hijos? No, pero sí de otra manera.
ResponderEliminarFelicidades, y que todo salga bien.
Con tu poema, me ha recordado mis tiempos de niño en Bollullos, época de la vendimia y los chavales detras de los tractores y burros para coger algún buen racimo de uva; el tiempo, la luz, el aire en diferente en septiembre. Muy bellos tus versos, Francisco. Buen fin de semana.
ResponderEliminarLos desencuentros siempre son tristes, se espera y no se encuentra, por eso no esperar a veces trae la paz y la armonía y a la vez un encuentro con la vida con todo lo que significa.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
Hermoso poema, hermosas palabras.
ResponderEliminarSiempre da gusto entrar en tu blog y de camino voy conociendo a alguno de tus seguidores que también derrochan sentimientos.
Ayer estuve en el de Elena y me encantó.
Besos Paco... y compañía.
Siempre he pensado que el mes de septiembre es un mes algo delicado para las personas con tendencia a la nostalgia y a la melancolía(entre las cuales me encuentro), por muchos motivos, por el cambio de estación, menos horas de sol, vuelta a los trabajos, despedidas... no sé, tantas y tantas cosas!!! BESITOS Y SALUDITOS DESDE JACA.
ResponderEliminarA veces las personas hablamos distinto lenguaje o preferimos caminos distintos. Es la condición humana. Recuerda que las líneas paralelas van siempre juntas, pero están condenadas a no encontrarse nunca.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por tu último comentario en mi blog, si venis a Cádiz, contad con un modesto guia para visitar lo que os apetezca.
ResponderEliminarSerá un placer.
Un saludo.
Precioso poema amigo Francisco. Muchas gracias por compartirlo con todos. Enhorabuena. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Gracias Francisco, me parece que no hay ningún poeta que se resista a escribir a una tarde se septiembre.
ResponderEliminarMuy bonita su poesía y gracias por ser un hombre de buen humor, espero que no venga su nieto a hacerlo un trabajo extra, hoy los niños piden remuneración económica jajaj!!
Con ternura
Sor.Cecilia
Estoy muy agradecido a todos mis lectores, también a aquellos que no comentan. Elena, mis palabras son premonitoras: ya comienzan a bajar las temperaturas, aunque luego llegará el menbrillo. Poetiza, la melancolía se une a septiembre como lo hace al anochecer: final de un periodo que nos deja llenos de dudas. José, en mi caso no hago distinción entre hijos y nietos: el amor es inconmensurable, sin medida. Paco, me alegro haberte trasportado a tu infancia. Mari C, para mí el encuentro con la vida no es la inacción, sino la activa espera. Milb, lamento no identificarte, pero seguro que estaríamos de acuerdo en muchas cosas; por ejemplo: Elena es un encanto (espero que Elena me invite un día a pastel cordobés, hace mucho que no lo como). Liova, tienes razón en todo lo que apuntas, ¿sabes? guardo con cariño tus besitos jacetanos. Tu docencia, Cayetano, me recuerda el concepto de las paralelas, pero el amor es vencer lo imposible. Brigadier, no te extrañe que haga uso de tu ofrecimiento; lo mezclaríamos con cervezas y cañaillas. Pepe, gracias por tu halago y tu abrazo. Sor Cecilia de mi ternura, la imagino saltando por los blogs entre maitines y laudes, vísperas y completas, dando y dándose; gracias por su presencia continuada. A todos un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu nuevo nieto Francisco, y ojalá que lo mismo que escribes, ocurriera de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo !
El año debería comenzar en septiembre, porque es regresar de nuevo a lo olvidado, a las viejas costumbres, decimos adiós al verano, nos encontramos con un curso nuevo para todos.
ResponderEliminarUn beso.
Vosotros comenzáis con la melancolía del otoño que hace que surjan tus versos maravillosos con sabor agridulce. Aquí en cambio la primavera pujante se abre paso de la mejor manera. Un maravilloso poema. Besos.
ResponderEliminarHemisferio Norte: Francisco.
ResponderEliminarHemisferio Sur: Rosa María.
Desencuentro.
"Los largos quejidos de los violonchelos del Otoño, hieren mi corazón de una larga monotonía.
ResponderEliminarSofocado y triste, cuando suena la hora, me acuerdo de los viejos días ya pasados y lloro.
Y me voy al mal viento, que me lleva de acá para allá, igual que a la hoja muerta"
(Canción de otoño, de Paul Verlaine)
!!Bienvenido otoño, bienvenida mi estación predilecta¡¡, que alegria poder disfrutar de nuevo de tus sensaciones, me gusta el olor que por las mañanas desprenden los árboles por la humedad nocturna, sus hojas toman distintos colores, el aroma de la hierba mojada, la luz difusa del amanecer, pisar la tierra mojada a la que aún no le ha dado el sol.
Tiempo de cosecha, de recoger el trabajo sembrado.
Me gusta sentir el aire fresco en la cara, caminar sin temor a una alta temperatura, disfrutar de un manso sol o de un nublado intenso, mi sensación de soledad, se acrecienta hasta el infinito.
Bienvenido otoño