Se dice, con toda la razón, que los amigos los eliges y la familia te viene dada, pero cuando consigues que tus familiares sean tus amigos estamos hablando de miel sobre hojuelas. Ya de regreso, en mi Sevilla habitual, no tengo más remedio que hacer memoria de los dos meses pasados en Marbella y los agasajos y el cariño que hemos recibido de mis amigosfamiliares.
Si bien nada es imprescindible, sin la carpa Azul, mi verano hubiera sido muy distinto y más aburrido: una jaima en la playa, sobre la arena ardiente, donde mi primo Paco nos ha hecho pasar momentos inolvidables, aunque cometiendo como es propio algunos excesos de los que el entalle ahora reniega. Paco es la generosidad, la chispa, la alegría, la espontaneidad, el ideal de anfitrión que tanto dista de mis capacidades. Magdalena es la dulzura, el complemento ideal que justifica la expresión popular de que “Dios los cría y ellos se juntan”.
Encarni y Tomás no lo son de consanguinidad pero hemos decidido que también somos familia y muy bien avenida. En Marbella somos vecinos y en el alma también. El patio de Encarni sabe mucho de noches y madrugadas, de aroma de jazmín y dama de noche, de largas parrafadas y de barbacoas rematadas con mojitos, de guitarra y de cante, de compartir penas y alegrías y de hacer de dos vidas y familias una vida en común.
Rochiles es como el cuartel general de mi tronco paterno, donde nos convocan la voluntad y la sangre, donde las atenciones a mi mujer casi me convierten en consorte. Mi tía Isabel había instituido que cada verano, cuando los primos dispersos nos juntamos, lo hiciéramos alrededor de la mesa para disfrutar de unos huevos fritos sobre cama de patatas, fritas también, y ensabanados con abundantes lonchas de jamón. Esto es lo que el popular mesonero madrileño denominó como Huevos Lucio y que en nuestra familia son Huevos el Tiesto. Mi tía ya se marchó para siempre, pero nos ha dejado emplazados cada año a la mesa a todos los primos, comenzando por su bondadoso hijo José Carlos, lo que le agradezco en su eternidad para siempre. Como también les agradezco a José y Juan los limones y aguacates que hoy disfrutamos y que vienen a ser en mi mesa de Sevilla como una prolongación de ese compartir generoso que ellos tienen con nosotros. La genética y la voluntad nos los ha dado, y todos andamos empeñamos en mantener la llama viva.
Conserva esa familia así como una piña ¡por Dios!
ResponderEliminarUn abrazo y ahora a descansar después de las vacaciones
Qué relato entrañable! Gracias por compartir tanto cariño con nosotros! Un abrazo grandote, pues me he sentido una más en ese grupo.
ResponderEliminarFrancisco, en tus letras hay amor, que bello tu sentir amigo. Besos, cuidate.
ResponderEliminarEs muy bueno que en las familias exista el "arropador" aquella persona capaz de aunar a todo un grupo familiar por grande que esta sea.
ResponderEliminarSaludos
Que esa llama se mantenga siempre viva para mantener esa familia unida , alegre , feliz y que pueda seguir reuniéndose todos los veranos para disfrutarlos.Es un placer leer tan hermosos sentimientos.
ResponderEliminarUn fuerte Abrazo.
Quienes se van, como tu tía Isabel, y dejan un legado tan precioso como es la unión y amistad de tantos familiares y amigos estarán en el cielo deseosos de que llegue el verano para verlos de nuevo reunidos alrededor de la mesa. Felicidades. Ángel
ResponderEliminarHola Francisco!!! Ya veo que el balance es más que positivo.
ResponderEliminarEnhorabuena por saber mantener a una familia tan unida.
Me alegro que la vuelta a Sevilla haya sido buena. Ahora, esperaremos al otoño!!! BESITOS Y SALUDITOS DESDE EL PIRINEO.
Todo esto que cuentas, amigo Francisco, me encanta, y me encanta porque yo también soy de ese sentir familiar, soy "primera" total, tal vez eso de ser la nieta mayor por ambos bandos me ha hecho la albacea de muchas cosas... A veces lo consigo, pero otras, me cuesta que no se desparramen los demás en sus querencias y sus genes, y eso que con toda mi "primada" chilena es casi con la que estoy más en contacto!
ResponderEliminarDisfruta de los recuerdos, del cariño, de los limones y los aguacates!
Un besote!
;)
Qué bueno es eso, monsieur. En mi familia la llama agoniza. Cuando mi madre se vaya, no sé si no se terminará apagando. Yo espero que no.
ResponderEliminarFeliz domingo
Bisous
Qué bonita puede llegar a ser la vida bajo una carpa azul, o en un patio lleno de jazmines.
ResponderEliminarFeliz regreso, Francisco.
(Reyes)
Unas buenas vacaciones y un balance de verano excepcional. Que gratos y grandes momentos has vivido, acompañado de familiares y amigos bajo esa carpa azul, momentos que seguramente recordarás toda la vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo dominical
Felicidades por esa familia y por esos amigos, consérvalos como oro en paño, tienes un tesoro.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco.
¡Qué maravilla esta conjunción de amigos familiares con quién habéis compartido tanta dicha! Nada más bello que poder disfrutarlos y mantener siempre vivo esos lazos tan sólidos. ¡Felicitaciones! Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Francisco.
ResponderEliminarMe alegra que la hayas pasado bien, después de todo la familia es lo primero y siendo amigos, dos veces primero.
Un abrazo.
Yo también acabo de llegar de las vacaciones en la playa (no en Marbella, sino en Matalascañas) y aún no me hallo bien. Veo que tu verano ha sido estupendo en compañía de tus amigos/familiares. Eso sí que es bueno. Seguimos en contaco, amigo Francisco. Saludos.
ResponderEliminarGracias a cada uno por vuestra emoción, por vuestros comentarios que recibo como estímulo, y gracias a mis amigos y familiares que tan grato y placentero me han hecho el verano.
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