El verano se resiste,
pero la plaza puebla su pobre soledad
con levedades ocres
mecidas por el viento
que no olvidan la cadencia
del ciclo natural
a pesar de las temperaturas.
La luz del sol se enrama
en los altivos plátanos
y el color del membrillo
anuncia los días opacos
y el sabor húmedo y pastueño
de las primeras lluvias.
La noche acelera el paso
y ya le ha dado un gran mordisco
al día, mas es triste, triste y torpe,
muy torpe corriendo los visillos
sin que le sorprenda la luna
con arrebol dorado de guipur
derramándose por ramas y tejados
con el sigilo noctámbulo del furtivo.
Ya están aquí, ya llegaron los del …embre,
ya la lánguida otoñombre.
El sol siempre brilla con su presencia, y en ocasiones hace brillar la frente de quienes lo contemplan. Aveces es esquivo y lánguido pero siempre regresa.
ResponderEliminarUn cálido abrazo, apreciado amigo!
Se resiste Francisco, pero al final será vencido por los ...embres.
ResponderEliminarY yo aquí esperaré la llegada del otoño como fiel mujembre.
Un abrazo.
Hola, Francisco:
ResponderEliminarEn cuanto llegan los meses terminados en "bre" comienza a sentirse el ambiente navideño y el año pasa volando. Por aquí no tenemos estaciones pero nos invade la nostalgia y el frío de las lluvias invernales.
Un abrazo.
Yo ansío que llegue el otoño y después el invierno, me gusta el frío más que sentir calor, me encantan los meses terminados en "bre" como dice Rafael Lizarazo, sobre todo el de diciembre.
ResponderEliminarA ver si es posible para mi hacer un viaje a Puerto Real y de regreso a Sevilla, para dar y recibir dos fuertes y cálidos abrazos que tengo pendientes desde hace tiempo.
Un beso
Después de los cálidos y largos días del verano espero con ganas las sombras y el aire frió de los meses próximos, si, esos meses nos obligan a recogernos y a buscarnos a nosotros mismos. Beso
ResponderEliminarLa foto capta los tonos ocres otoñales en su plenitud.
ResponderEliminarY esta estación me gusta aunque la luz se hace mas tenue...
Eres una maquina escribiendo.Enhorabuena.
Un abrazo.
Francisco, un poema muy lindo donde reflejas el otoño con elegancia y belleza.
ResponderEliminarLa verdad es que se está resistiendo mucho en venir y las colas del verano nos siguen atrapando.
Un abrazo.
Sin duda la estación más sugerente por todo lo que tiene de dulce decadencia y añoranza del pasado. La foto que has elegido acompaña muy bien al poema.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola!!!! El otoño aunque lánguido... también tiene sus cosas buenas e intentaremos encontrarlas, vale???? BESITOS Y SALUDITOS DESDE CÁCERES.
ResponderEliminarGracias amigo Francisco por no tener miedo a la muerte de su ordenador por ese anuncio que no hay forma que se vaya. !uff! tengo más correos dando instrucciones como si no supiera cuidarme que comentarios. Ha cundido el miedo. En fin..
ResponderEliminarBonitos versos nos deja de este recién otoño, estación para mi deseada, me siento muy identificada con sus cambios interior y exterior en que al final...se queda desnuda
Con ternura
Sor.Cecilia
Me encanta el título de la entrada, así como la foto. Se identifica siempre el otoño como el inicio del final de algo, y no debe ser así; en todo caso, el incio del fin del calor veraniego. Feliz otoño, Francisco.
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