12 agosto 2016

SE ME HA DORMIDO UN BESO



Se me ha dormido un beso
en el transcurso de la entrega
aplazada
con la que me castigas.
           
Era azul azafata…  No, azul cielo
y carnoso; mollar, muy muy rollizo
como el caparazón de la espera.

Era denso como un volumen
sin capítulos ni marca páginas,
de esos a los que se les deslinda
el tiempo por los márgenes
y son un océano de palabras
ensartadas.
Era denso como la miel de abeja
y viscoso como la cera del panal.
Era anaranjado como lánguido sol
poniente al que le vence el sueño
y tan violáceo como lo es la duda.

¿Duda? ¿Acaso dudas de la pasión
y esmero que pongo en cada beso?

Se me ha dormido un beso…

6 comentarios:

  1. "...pues si los besos fuesen un poco más sabios vos leeríais mi carta con los labios."

    BzZzsoszZzz atrasa2

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  2. ¿A dónde irán los besos que no damos? Que diría el nieto del minero.
    Saludos, don Francisco.

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    1. ...a la mar, que es el morir. Los besos, como el presente, son de hoy y nunca del futuro que puede ser imperfecto.

      Un abrazo.

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  3. Respuestas
    1. Tú has reblandecido mi corazón, Nerina, con esos tres comentarios consecutivos paseando por mi blog.

      Un fuerte abrazo.

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