30 septiembre 2019

ACABO EL DÍA




Acabo el día pronunciando tu nombre
en la umbría de mi soledad,
en este confinamiento
como destierro de todo lo preciado,
como dieta sosa que se pega al paladar
y no hay forma de ingerir,
ni escupirla tampoco;
si el día es un desierto
donde la vida late oculta,
llegada la noche, el frío
abre su ventana de óxido al infinito
y la fatiga se asocia al moho de las entrañas
arañando el alma en ambas direcciones.

Como hueso de aceituna que se burla
en boca desdentada,
así los escalofríos de la musicalidad
de tu nombre, morfema a morfema,
hasta quedar rendido si-la-be-án-do-te
en la espesura negra del manto de silencio.

10 comentarios:

  1. Y enlazas con el día siguiente.
    Un abrazo, Paco.
    Disculpa la corrección.

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    1. Mi agradecimiento eterno por tu fidelicia conmigo, Cayetano.
      Un abrazo

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  2. Avivas los rescoldos de mi alma.

    Para tí, mi abrazo
    Para Él, mi fuego.

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    1. Mereció la pena el esfuerzo creativo por lograr un comentario como este, Merche. Mil gracias.
      Un abrazo.

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  3. Así es la vida en muchas ocasiones, hay un desierto en el alma que ni deletreando un nombre, llega la calma. Es un poema muy triste Francisco, pero lleno de lirismo que acaricia el alma, porque hay muchas veces que llega lo que decía Teresa de Cepeda...¡La noche oscura del alma!. me encantó tu poema.

    Mi cariño con un abrazo.

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    1. Sin lugar a dudas soy un hombre de suerte, Ángeles. Muchísimas gracias. Me basta que algún lector conecte con mis letras como tú lo has hecho.
      Un abrazo.

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  4. Hoy tus versos destilan cierta tristeza pero son tan bellos que conmueven.La imagen es preciosa.Saludos

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    1. Tristeza, añoranza, melancolía, saudades... La vida es un plato exquisito con todos sus ingredientes: unos más suculentos que otros, pero todos necesarios, Charo.
      Un abrazo.

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  5. Leo el poema varias veces antes de comentarte para saborearlo despacio, para que tus letras me empapen. Letras que hoy dejan ver una tristeza un poco mayor que otras veces.
    Un fuerte abrazo .

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    1. Por que tú me leas, Chelo, bien valen los sacrificios. Simplemente soy persona y frágil como todos. Aunque lo evito, a veces cae uno en la tentación de hablar de lo íntimo y no de ficción. Espero no alarmar a nadie.
      Un fuerte abrazo.

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