05 septiembre 2019

SER HOMBRE




Ser hombre es caminar
alejándose del niño que salió de la cuna,
de la promesa en la que padre y madre
pusieron ilusión y esperanza;
es distanciarse del origen
poniendo rumbo a una meta incierta,
es templar el acero y afilar la espada,
es superar los escollos día a día
por los barrancos inciertos de la vida,
es dar a la infancia la espalda.

Mirando al origen, desde una de sus pausas,
los ojos puestos en la incierta meta:
lo que quedó atrás es cuento de hadas
y fábula el camino que nos falta.

No hay hombre si un día no se pone en camino,
ni hay mayor que no valore su infancia,
cuando ya casi avista la meta
olvidando las penas y también las desgracias.

Ser hombre es caminar alejando a aquel niño;
ser mayor…
Ser mayor es mirar por el retrovisor de los años
y no perder la esperanza.

8 comentarios:

  1. Siempre nos quedará algo del niño que fuimos.
    Un abrazo, Paco.

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  2. Sí, amigo Francisco, de eso se trata, de caminar, asumiendo las responsabilidades que la vida y nuestra naturaleza racional nos imponen, esta es la única manera de acceder a la libertad.
    Saludos
    Francesc Cornadó

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  3. Me ha encantado esta forma de describir "ser hombre".Un saludo

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    1. En el fondo una escribe para encantar a quien lee, aunque no siempre lo consiga.
      Un abrazo.

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  4. Sin embargo, se toman de la mano
    el hombre y el niño, cuando el hombre logra a través del camino alcanzar su pureza.
    Un abrazo de anís.

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    1. Es cierto, el adulto se distancia del niño y pone empeño en ello, pero también es verdad que llegado el momento hay un camino de retorno y acercamiento. Gracias, Sara, por tu visión.
      Abrazos anisados.

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