A
Elena Artyukhova
Ella es una sonrisa,
una ninfa de orillas del
Báltico,
al norte de San Petersburgo,
que se asoma por el brillo
de sus ojos
y licúa las rocas y los
montes,
el ángel anunciador que
derrite los hielos
con su mera presencia
y comunica los polos
opuestos
o recarga de iones de fiesta
las baterías sociales agotadas
de silencio,
para llevar a punto de
ebullición
lo aterido por la sordina de
la apatía.
Desde su lejano y frío
origen,
en vecindad esquimal,
media melena dorada como sol
tibio
es el encuadre en el que
enmarca sus gestos
de apertura y cercanía,
con un patrón que tiene más
de franqueza
que de diplomacia o impostura.
Sus ojos, cuando leen,
ilustran en colores
y son estas imágenes
coloreadas
el compendio que memoriza de
manera indeleble,
como quien conquista una
cima
y planta en ella su enseña
para siempre,
tal como ha hecho en mí, tan
sólo en unas horas.
Hay sonrisas cálidas aunque vengan de latitudes frías.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Las personas son por sí mismas y no por su procedencia, Cayetano. Gracias un día más por tu apoyo.
EliminarUn abrazo.
Paco. Muy bonito. Me faltan palabras en español )))) por expresarme todo tu arte de ver las cosas, captarlas y de escribir con esta aparentemente facilidad y rapidez que me impresiona tanto. Desde que nos conocimos me has dejado una huella muy grande en mi corazón y mi alma. Me quito el sombrero delante su talento. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lena (Elena), por tu comentario. Todo cuanto he dicho es sólo la impronta de la sensación causada al compartir mesa, por eso me atreví a adelantarte que tendría tu poema.
EliminarUn abrazo.
Tiene que ser una sonrisa maravillosa para haberle escrito tan bello poema.Saludos
ResponderEliminarElla es más que una sonrisa, muchísimo más: inteligente, intuitiva, divertida, animosa... Gracias, Charo.
EliminarUn abrazo.
Qué retrato más bonito haces, la persona aludida tiene que estar prendada de él.
ResponderEliminarSAludos.
El segundo comentario de esta página es de ella, Lema (Elena). Estoy contento de haberla conocido y también del retrato y su respuesta.
EliminarSaludos cordiales.
No creo que sea posible un retrato más emotivo y hermoso de alguien.
ResponderEliminarQuiero suponer que sí, Rebeca. Una legión de gente sabe hacerlo mejor que yo; pero si te apetece, mándame una imagen, la que quieras, y trataré de hacerte un regalo en compensación.
EliminarUn abrazo.
Mille grazie, Giancarlo.
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