06 julio 2016

UN DISCURRIR LENTO DE LOS DÍAS



Me descalzo y piso la arena mojada
de este Mediterráneo nuevo y eterno;
la última marea dejó apenas
una franja de escasamente un par de metros
donde quedaron restos de bivalvos,
entre algunas algas y piedrecitas relucientes
como si fueran de cristal o jade.

En cada ola, una nota musical armoniosa,
un eco de Corrientes en la corriente;
en cada cresta, tu sonrisa de espuma
y espesura o nata montada;
en cada valle, tu alargada sombra asombrosa;
en cada embate, tu pulso impulsivo, tsunami
arrepentido, ahora tímido;
en cada retroceso, tu dulce seseo
se hace cercano como tratando de palpar
el consuelo de una mano que no es cercana.

Desde mi verano a tu invierno,
no hay distancias, sólo una pausa,
un discurrir lento de los días
que sueña los vericuetos que dan al encuentro.

11 comentarios:

  1. Respuestas
    1. El mío y el de ella, en su nombre, también para ti.

      Besos.

      Eliminar
  2. Mar sin fronteras.
    Un abrazo, Paco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mar sin fronteras, Formentera... No, Fuerteventura.

      Un abrazo

      Eliminar
  3. Cuando las olas se convierten en notas armoniosas, las crestas en sonrisa de espuma, la corriente en recuerdo, el embate en pulso y tsunami y ese valle de belleza en sombra asombrosa...Es que hay una perfecta sincronía más allá de la distancia y el tiempo...Ella sigue ahí, siendo mar y vida, luchando denodadamente por seguir siendo y estando, Francisco...Tu recoges sus piedrecitas de jade, su silencio entrañable y cercano y su mano en el viento, que nos sigue palpando a todos, dejando caer su ternura y su aliento.
    No hay verano ni invierno...El sentimiento se eterniza dando lugar a un presente continuo, real e infinito...Porque sólo el amor es real y perenne...Mi abrazo y mi cariño para nuestra amiga y para ti.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué bien describes lo que ella habría escrito! ¡Cómo conoces sus sentimientos!

      Besos.

      Eliminar
  4. Quién pillara el mar. Aunque, quién sabe, a lo mejor los que viven junto a él preferirían estar junto a las montañas, fresquitos por la noche, como yo.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque eres aún muy jovencita, Carmen, ya sabes cómo a todo el mundo le apetece aquello que no tiene. El riesgo del mar es que uno se enamora y ya no puede vivir más sin él.

      Besos.

      Eliminar
  5. Un cálido abrazo para cada uno, María del Carmen y Francisco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así lo recibo y así te correspondo, Adriana. Mil gracias.

      Un abrazo.

      Eliminar
  6. ¿Quién es Mª del Carmen, tu mujer?. Le dedicas muchos poemas, si está enferma le deseo una rápida recuperación

    ResponderEliminar