19 julio 2016

DÍMELO TÚ, BEBA



Dímelo tú, Beba, ¿de dónde ese caudal
de piedras preciosas con las que
has empedrado tu calle,
al enlosar el camino al paraíso?
¿De dónde las semillas de ese jardín
de palabras meladas con las que endulzas
la vida de quienes te rodean?

Imagino que te has bañado en el mar
y al día siguiente amaneció la playa
sembrada de pétalos,
acarreados sobre la espuma de las olas
como cuando en el cuarto oscuro de la madrugada
se peinan las sirenas en el espejo del agua.

Dime cómo hacer un diccionario propio
con tu vocabulario. Dime cómo sellar
de forma indeleble tus palabras en cada amigo
para que todos puedan identificarse con ellas,
sin conocer de ti otra dimensión
que la anchura Atlántica que nos separa.

Dímelo tú, Beba, ¿cuánto de embrujamiento
hay en tus palabras y cuánto en tu sonrisa?

4 comentarios:

  1. Poesía en estado puro.
    Una delicia leerte.

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  2. Muy logrado eso de "en el cuarto oscuro de la madrugada
    se peinan las sirenas en el espejo del agua."
    Un abrazo, Paco.

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  3. Hola mi dulce amiga... Las olas del mar, rizadas con blanca espuma repiten tu nombre en su devenir, cuando la playa está bañada por luz de luna, te veo en la lejanía emergiendo del mar, hablando con las sirenas y Poseidón...cantando bajito una melodía de hechizos y bellas palabras que atravesando el Atlántico, llegan aquí, a España donde continúamos esperando tu presencia amiga.

    Gracias Francisco, estoy de vacaciones y hasta hoy no sabía desde donde poder enviarte un abrazo y miles de blancas gaviotas que sobrevuelan sobre el cielo de Corrientes para llevar a nuestra amiga una lluvia de apapachos.

    ¡Te quiero mucho Mª del Carmen!
    Ángeles

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  4. ¡Qué gran poeta eres!, ¡Como ella! Quizás esa es la clave de vuestra compenetración.

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