Eres un espíritu rendido,
una bondad
reblandecida, como sumiso de
pasión
por la estela inconfundible
de esta biznaga de jazmines
con la que te sintetizo sin
miedo
a equivocarme, sin temor
a desfigurar tu línea
maestra para siempre.
En el contraluz de tu mirada
de ángel,
en la síntesis del pacto
alcanzado
con el que lo entregas todo
sin derecho al retracto.
No. No hagas eso. No te
rindas nunca:
en la perseverancia, en la
batalla
presentada cada día,
está la virtud de quien se
ve sometido
y no se rinde ni se lastra.
Mírame a los ojos y repite
conmigo:
tengo que dar una
oportunidad a la esperanza,
un resuello una ocasión de
zafarme
de las aguerridas garras que
me agarran
y demostrarme a mí misma y a
todos
que la representación debe
continuar
con el acto tercero antes de
hacer mutis por el foro.
ese mantra le dará fuerzas, seguro.
ResponderEliminarOjalá sigamos adelante con dignidad a pesar de las circunstancias y el estado físico y no nos rindamos nunca. La vida nos prueba cada día y nos exige fortaleza y constancia.
ResponderEliminarMe uno a ti en tu pedido y tu entrega amistosa.
Mi abrazo para los dos.
M.Jesús
Ojalá que lo lleve a cabo, pues hay demasiado cariño aguardando.
ResponderEliminarUn beso.