Despunta el día cuando te
busco
en esa estela de luz que es
tu huella,
en la grafía de tus
comentarios amorosos
que son alas de mariposa
liviana y sutil
para los estímulos.
Imagino el batir de tus
dedos aleteando
morfemas con los que
corresponder
la asechanza
de este día a día que
atardece en abandono
forzado, sin quejas ni
culpables;
sólo ese camino aciago
por el que se ha despeñado
tu salud
con el sofoco propio y
adyacente.
Despunta el día cuando te
busco
y suenan las campanadas de
la media noche
cuando dispongo para ti
un ramillete de palabras
maceradas
en las brasas de mis
sentimientos
que quieren ser curación
imposible o placebo,
un complemento vitamínico
con el que elevarte de tu
postración.
No está mal eso de la "versoterapia". Deberían prescribirla los médicos.
ResponderEliminarAhora el que se va unos días soy yo, sin "güifi" y mi móvil es un "yayófono" sin "guasap". A sí que hasta la vuelta.
Un abrazo, Paco.
Así, todo junto.
EliminarDe alguna forma, eso es lo que intento hacer con esta compañía de letras, aunque lejos de conseguir que se recupere clínicamente.
EliminarUn abrazo.
no cedas en tu empeño, si no lo consigues tú, no lo hará nadie..
ResponderEliminarUn muy cálido abrazo para Mª carmen y para ti.
Yo solo puedo poco, pero a ella le leen también los comentarios y se siente arropada.
EliminarBesos.
Eh ahí el deseo y la finalidad de tus poemas, Francisco: Un ramillete de palabras-sentimiento, que aspiran a ser curación, placebo o complemento vitamínico...No tengas duda de que lo estás consiguiendo. Nuestra amiga sigue atenta, resiste y espera cada día esas vitaminas de amor que le dan fuerza espiritual para dominar su cuerpo.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño para ella y para ti, Francisco.
M.Jesús
Como bien dices, esa es la finalidad, pero finalmente el físico podrá con lo anímico, como pasa siempre.
EliminarBesos.
No importa que el físico se imponga... eso sólo es "ahora". Más allá del tiempo, en lo eterno, siempre permanecerá la belleza de estos versos anidando en su alma. Y si la materia aleja las almas, el deseo las vuelve a acercar.
ResponderEliminar¡Adelante!
Un abrazo
Preciosos tu razonamiento y tu esperanza; certeza diría yo.
EliminarBesos.