25 julio 2016

CÍÑETE ESTA CORONA



Cíñete esta corona, reina de mi república;
luce el entorchado de los días chispeantes
para que todos puedan oír y admirar
el repicar de campanas
y la pulcritud del cristal
cuando se hace eco o espejo de tu presencia
y a tu paso se humillan las flores
y se desvanecen los arrayanes.

Dame de beber el néctar
de tus labios carnosos,
la granada entreabierta y aguerrida
con la que silabeas mi nombre
y ensayas decires quejumbrosos
con el silencio intencionado de tu mirada,
ante la que se paralizan
las órbitas trasnochadoras de las estrellas.

Déjate ceñir por la envoltura azucarada
de nuestros días de madurez
con el sosiego que este tiempo nos impone,
pero con la loca pasión
que queda en lo adyacente del recuerdo
y en el tuétano de los viejos enamorados.

2 comentarios:

  1. La única república donde se admite a una mujer con corona, aunque tan solo sea de guirnaldas. Reina del día y de la noche por derecho propio.
    Un abrazo, Paco.

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  2. Precioso!
    Una corona de oro para la reina de tu castillo.
    Un fuerte abrazo

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