Si yo pudiera hacer guardia
en tu mesita de noche,
como sin dudas lo hará
el gallo de tu reloj
despertador
o la sintonía de tu emisora
preferida;
si pudiera pasar
desapercibido y alerta
en este presente tuyo que te
aturde
y cambiar los apósitos de
tus sufrimientos
por un ramillete de decires
afrutados;
si yo pudiera poner bálsamo
diario
de menta, mejorana y arropía
en este estado siniestro en
el que te encuentras…
No sé cómo paladeas estas cápsulas
mías
con sus surtidos de mensajes
placebos
que tienen vocación
curativa.
No sé si estás expectante a
mi aparición diaria,
al celo que pongo cuando
pretendo celar
este estado tuyo enajenante,
pero sí sé
que quiero curtirme en el taller
de los vocablos
para que nunca sea
inapropiado ni vacuos
este ruido de espada silabeando
que conforma
mi aguerrida lucha frente a
la atalaya donde
acaso atardece en tu corazón
sin demasiada esperanza.
La haces... la haces...
ResponderEliminarMuchas gracias por esa seguridad que me das.
EliminarBesos.
Los que convivimos durante largo tiempo, nos hacemos guardia, queriendo o sin querer, todos los días.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, Emilio.
EliminarUn abrazo.
El ruido de tu espada es música en su alma, no lo dudes.
ResponderEliminarSiempre bellos, siempre esperanzadores.
Que la esperanza y la alegría sigan en el día a día de nuestra querida amiga.
Un gran abrazo para ella y para ti :)
He ganado en ti a una bella lectora, Maite. Sin dudas una recompensa de Beba por mi esfuerzo diario.
EliminarBesos.
Francisco quiere hacer guardia a tu lado, estar en tu mesita de noche... y lo está sin ninguna duda, todos estamos donde nos lleva el corazón... y yo también estoy ahí mi amiga, soy ese casi invisible rayo de sol o de luna, que cuando me miras directamente, desaparezco porque estoy jugando al escondite y quiero que muevas la cabeza y tus ojos busquen, que busquen y vean la ternura y el amor tan grande que te tienen tu familia y los amigos españoles que nos cautivaste con la dulzura de tus palabras.
ResponderEliminarCuando Dios nos tiene aquí en la tierra es porque aún no hemos terminado nuestros deberes, aquellos que vinimos a dejar sembrados en ella.
¿Sabes mi perrita Luna, una pequeñita yorksire ha estado muy, muy malita, con 1kg y 400 gramos, ha tenido una gastroenteritis de elefante, durante 15 días ha estado ingresada en una clínica veterinaria y no ha comido nada, solo el suero que la tenían puesto, nos dijeron que no tenía solución, y yo sin pensarlo un segundo la cogí entre mis brazos y la llevé a otra clínica, se me murió por el camino, se puso rigida y su corazón dejó de latir y cuando llegué a la otra clínica la dije a la veterinaria que no sabía si estaba viva o había muerto... yo estaba sola en la clínica, porque Tony estaba intentando aparcar, y a los 10 minutos la oigo chillar de dolor, me rompía el alma, pero pensé al menos esta viva... y entonces subió una veterinaria y me dijo que habia tenido un coma hipoglucémico con una bajada de potasio y la habían podido reanimar, ya la estaban estabilizando y me dijo si hubiese tardado un minuto más en llevarla no la hubiesen podido reanimar y hubiese muerto.
Te cuento esto Mª del Carmen, porque todos estamos en manos de Dios, Luna se ha salvado POR UN MINUTO... ¿como pude yo tener el coraje de sacarla de la clínica donde estaba y llevarla a otra? si solo hacia llorar por ella ¿como pude intuir que era lo que debía hacer, cuando todos me decían que no tenía solución? Ahora ya está bien gracias a ese minuto extra que Dios me concedió, esa misma noche comió, (llevaba 15 días sin comer)y ahora ya esta en casa y ha recobrado la salud.
Por eso mi argentinita bonita, no te rindas, el amor es la medicina que hace más milagros y tú tienes muchas personas que te quieren y están contigo. Mi Luna se salvó por el amor que la tengo y el coraje de no rendirme cuando me decían que no había esperanzas.
Besitos españoles con rayos de luna y aromas de violetas para ti y para Francisco.
Ángeles
Has hecho una bella explicación para ella y para todos. Creo en ese abandono en las divinas manos, en esa confianza plena en el único que tiene poder para cambiar el curso de las cosas.
EliminarBesos.
Te aseguro que espera cada día tus palabras que sí son un placebo para sus días. Ambas estamos expectantes, yo para leer, ella para escuchar. Rossana
ResponderEliminarNo hay aliciente mayor que el que encuentro en este comentario, Rossana. Después de esto, nada más grande que aceptar la voluntad del Padre.
EliminarApapachos.
Cuando ponemos el corazón en la palabra...La palabra llega donde tiene que llegar, amigo...El universo todo lo recoge y lo transforma y vuelve de nuevo al lugar donde comenzó...Como decía nuestra amiga, todo lo que damos vuelve...Mi abrazo y mi cariño para los dos.
ResponderEliminarM.Jesús
El cariño es una medicina excepcional.
ResponderEliminarYo también doy fe de ello.
Espero que tu amiga vaya mejorando.
Muy sentido el poema, como todo lo tuyo, muy de verdad, entero, íntegro...
Muxuak!
;)