En la ciudad de Sevilla, todos los relojes que dependen del municipio están parados. Un par de meses después del relevo en el gobierno municipal han dejado de funcionar todos misteriosamente, y es que ha vencido el contrato de mantenimiento que el Ayuntamiento tiene con el relojero mantenedor y los nuevos ediles se deben estar pensando los términos y condiciones de la renovación.
Archisabido que son tiempos para no cometer despilfarros, sino que muy al contrario se está metiendo la tijera por acá y por allá, no sabemos si en todas las cosas suntuarias o no. Los relojes públicos son hoy día, a mi parecer, materia suntuaria, si bien en el pasado cumplieron una función social importante, ya que, remontándonos muy atrás, eran pocos los ciudadanos que contaban con un reloj personal. Pero hoy día que todo el mundo cuenta con reloj y hasta el teléfono móvil sirve incluso de agenda y despertador, los relojes públicos son tan prescindibles como las vidrieras o las velas y cirios de la catedral al contar con la luz eléctrica.
¿Verdad que nadie renunciaría a tan solo una de esas vidrieras góticas pensando en su escasa utilidad? Ni exijo ni meto prisas, pero cuando estoy llegando a media mañana a la plaza de San Lorenzo y el reloj de la torre, -dependiente del municipio como servicio público ancestral- marca desde hace un mes las 7,12 horas o tal vez las 19,12, me da por hacer cálculos de cuánto se está ahorrando en este concepto y si ese ahorro merece o no la pena, o bien si tanto se tarda en llegar a un acuerdo con el relojero y redactar los extremos del mismo oportunamente.
Ni siquiera deberia opinar, estoy tan lejos de Sevilla, pero lo hago. Los relojes de las ciudades, sin importar su utilidad son un simbolo de vida, deben funcionar. Un abrazo
ResponderEliminarHola Francisco, muy bello lo que compartes, imagino al leerte que paseo por esos lugares. Los relojes deberian estar siempre funcionando, son la belleza de la ciudad. Besos, cuidate.
ResponderEliminarFrancisco, puestos a no merecer la pena cuidar, tendríamos que empezar por nosotros mismos ¿que hacemos unos seres improductivos que solo generamos gastos?, nos tenían que dejar de dar de comer o negarnos (todo llegará) la medicación que nos toca, así la "parmamos" antes y menos gastos en: Pensiones, medicamentos, atenciones sociales, desgaste de calle, centros de salud, etc....
ResponderEliminarYa puestos a recortar.... que más da.
Saludos
Vivo en la Juncal, enfrente del antiguo Matadero Público, y siempre funcionaba el reloj con una exactitud británica. No me he dado cuenta en estos días que se haya parado el reloj, hoy lo comprobaré. Pero creo que ese ahorro es mínimo. Hay otras muchas cosas donde sí puede haber un ahorro efectivo. Buenos días, Francisco.
ResponderEliminarEl chocolate del loro..
ResponderEliminara mi me encantan que suenen los relojes... y que nos recuerden el tiempo, y sobre todo por la noche..
y ahorrar en eso.. yo que sé..
que se quiten de comilonas y viajes con familiares y subvenciones a amigos.
un beso amigo.. con cariño
!Ay, Paco¡ !Es que ya hasta los relojes están parados. Un saludo, hoy algo más cercano, estoy en Cáceres
ResponderEliminarComo todo empiece a dejar de funcionar no se que podrá ocurrir...a mi siempre me ha gustado ver funcionar los relojes, es símbolo de que el tiempo continua .
ResponderEliminarUn Abrazo.
Eso denota hasta que punto llega la parálisis total de nuestros sistemas. Miedo me da!!!!!!
ResponderEliminarUn abrazo Francisco
En nuestro país somos únicos en poner cosas nuevas, otra cosa es el mantenimiento de las mismas. Nos gastamos el dinero en el mobiliario urbano pero ni un euro en el mantenimiento.
ResponderEliminarNo hay cosa que me ponga más de los nervios que un reloj parado.
Un abrazo.
no vivo en España, vivo en Argentina, con esto quiero decir que si bien hemos salido de a poco de una enorme crisis sé perfectamente que el ahorro no está no mantener funcionando los relojes, el verdadero ahorro está en que los políticos dejen de robar
ResponderEliminarbeso enorme Francisco
Hola primo!!!!! Un post muy interesante!!!! Pero... a que no se prescinde de esos relojes-termómetro digitales que invaden las ciudades... además de feos y antiestéticos... requieren un mantenimiento... pero eso no lo tienen en cuenta!!! BESITOS Y SALUDITOS MUY CARIÑOSOS DESDE CÁCERES.
ResponderEliminarParece una metáfora de lo que se nos viene encima no ya con la crisis -que también-, sino con el cambio político.
ResponderEliminarUn saludo.
Esas cosas no son falta de dinero, sino pura desidia. Es lo mismo que esas banderas sucias y desgarradas que "adornan" nuestros edificios públicos. ¿Tanto cuesta cambiarlas o llevarlas a la tintotería?
ResponderEliminar(Por cierto, veo que el señor de la casa se nos ha pasado a la izquierda)...
Pues si, estoy contigo, tampoco son las vidrieras, cuadros y demás objetos de arte absolutamente necesarios pero no queremos perderlos, los relojes, sobre todo esos relojes tienen historia y los necesitamos en nuestro paisaje diario, no creo que cueste tanto que funcionen y al fin y al cabo es un puesto de trabajo, o no?
ResponderEliminarMi agradecimiento sincero y profundo a mi estimadísima amiga Nerim por la transformación que ha hecho de mi blog. Por mi parte sólo he tenido que autorizarla, por lo que el resto es todo suyo. Estoy encantado y muy agradecido por el producto de tu esfuerzo. Un beso enorme.
ResponderEliminarEl cambio de imagen del autor tenía que venir acompañado de un cambio de imagen en el blog.
ResponderEliminarHa quedado muy bien. Un abrazo
/ Precisamente tengo que ir próximamente a Sevilla y me voy a fijar en ese detalle.
ResponderEliminarDe lo que me he dado cuenta ya hace tiempo en que en las estaciones de la RENFE de pueblos los relojes permanecer parados perpetuamente.
Saludos.
http://ventanadefoto.blogspot.com/
Una nota más. Chelo ha sido la inductora a dejarme hacer por Nerim, después de que ésta se me ofreciera a hacerlo; así que también para ti, Chelo, muchas gracias.
ResponderEliminarLa fotografía de la cabecera corresponde a Ojén (Málaga), mi pueblo natal. Quines conocemos bien el caserío podemos distinguir la casa de mi madre, la casa donde fui alumbrado.
Pero qué rejuvenecido que se han puesto usted y su blog! Vaya vaya...
ResponderEliminarA mí no me da por cambiar nada, no sé, lo mismo algún día me atrevo, aunque soy bastante patosa para esas cosas, la verdad sea dicha.
Has hecho bien en dejarte aconsejar por Chelo primero y por ponerte en manos de Mirentxu después, que está hecha un lince en estas cosas de la tecnología bloguera!
;)
Y respecto a los relojes parados... me fatidia muchísimo que un reloj esté parado, no lo soporto, me pasa como a Elena.
A ver si se ponen las pilas y manos a la obra en el ayuntamiento!
Besos azulados!
;)
Sobre los relojes de servicio público, qué decirte, amigo mío, que me siguen pareciendo románticos, no con la significación del "time is money", sino con ese observar el paso del tiempo en las ciudades y pueblos. ¡Ay, nuestros políticos siempre victimando a sus electores!
ResponderEliminarFelicitaciones a Nerim, a Chelo y a ti, por el cambio de presentación de Días de Aplomo.
Un abrazo.