He sido invitado a participar de este día dedicado a la fe, cada quien en su blog, y me ha parecido una brillante idea el hecho de muchas voces blogueras a un tiempo sobre un mismo tema. Mi pretensión no es la de adoctrinar a nadie, sino hacer un reflexión en voz alta para que la analicen aquellos a quienes interesen.
Comprendo que es imposible explicar qué es la fe con argumentos racionales. Tal vez la mejor definición de fe la haya aportado el converso Pablo de Tarso cuando dice: La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de lo que no se ve (Hb 11, 1). Pero la fe no es algo que se pueda alcanzar por uno mismo, sino que ésta llega a través de la predicación: quien no ha oído hablar de Jesucristo difícilmente podrá creer en su redención; así lo explica también san Pablo: La fe viene de la predicación, y la predicación, por la palabra de Cristo (Rm 10, 17). Por tanto, se necesita escuchar la palabra para poder creer en él: sin predicación, sin anuncio, no podemos llegar al conocimiento de Dios.
En la carta a los romanos dice san Pablo que el justo vivirá por la fe, mientras que en la de Santiago leemos ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: “Tengo fe”, si no tiene obras? ¿Quiere acaso decir Santiago que nos salvamos por nosotros mismo, que son nuestras obras las que nos salvan? Parece como si ambos entraran en contradicción, pero la palabra no puede leerse de manera aislada, sino en coordinación con el resto de las escrituras. El error está en separar la fe de la caridad. Cristo vino fundamentalmente a añadir un mandamiento nuevo a la antigua ley de Moisés: amaos los unos a los otros, como yo os he amado. No son las obras las que nos salvan, sino la fe en Cristo Jesús, pero la fe es una respuesta libre a la revelación de Dios que requiere el amor puesto en práctica. No podemos afirmar que amamos a Dios mientras seamos indiferentes a nuestro prójimo, pues, si no amamos a quien podemos ver y tocar, ¿cómo podemos decir que amamos a Dios, a quién no vemos?
San Pablo enseña en Ga 5, 6 que la eficacia está en la fe que actúa por la caridad; luego la eficacia de la fe no se produce por lo que pronuncian nuestros labios, sino por las obras de amor hacia Dios y hacia el prójimo. En resumen, no son las obras las que salvan, sino la fe; pero no podemos decir que tenemos fe si no hacemos obras de amor.
Estupendo que hayas compartido la visión cristiana de la fe de esta manera tan hermosa como clara.
ResponderEliminarMe alegro que te hayas sumado a la iniciativa.
Un abrazo
Me he sumado a esta iniciativa de hablar de la fe, aunque mi fe religiosa se perdió por los caminos, sigo creyendo en muchas cualidades del ser humano...
ResponderEliminarQue sigas bien.
Creo que lo importante para un cristiano es vivir siguiendo el ejemplo de Cristo. Creer o no creer, tener fe o no tenerla es algo que pertenece a lo más íntimo de la persona.
ResponderEliminarSaludos.
Esta iniciativa nos permite conocer distintas visiones sobre un mismo tema.
ResponderEliminarMuy interesante conocer tus ideas sobre la fe.
Un beso.
Cada uno reflejamos la fe según nuestra mirada y pensamientos.
ResponderEliminarHoy nuestros blogs están unidos en la iniciativa de la FE.
Un beso.
Aún que mi Fé es muy grande, no estoy preparada para explicarla como lo has hecho tú, felicidades. Martha.
ResponderEliminarHola Francisco siempre es un placer leerte. Tienes una gran dote de escritor y comunicador.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tal cual lo has explicado, yo también me uniré si no os importa a esta iniciativa.
Creo que tengo mucho que decir al respecto.
Un abrazo.
En los evangelios, la palabra fe significa siempre adhesión a Jesús, a su persona y a su mensaje, pero el mensaje no es pura información, sino que pide una decisión y por eso la fe es compromiso de vida.
ResponderEliminarHola Francisco!!!! Tener fe siempre ayuda a superar los momentos difíciles que la vida nos tiene preparados.
ResponderEliminarSe puede ser creyente o no, pero la fe y la esperanza en algo o en alguien, siempre está en nuestro pensamiento y en nuestros corazones. Como seres humanos tenemos alma o pensamiento racional y en ciertos momentos siempre encomedamos nuestra esperanza y fe a alguien más poderoso que nos pueda ayudar... aunque como todo... en esta vida hay cultivar el alma!!!! BESITO Y SALUDITOS DESDE CÁCERES.
Totalmente de acuerdo, la fe se encuentra en los actos, no en las palabras.
ResponderEliminarYo también he participado en mi blog en esta interesante iniciativa
Tertuliano dijo en los comienzos del cristianismo aquella famosa frase: "Creo porque es absurdo, si la fe no fuera contraria a la razón me bastaría con la razón"
ResponderEliminarHe ahí el gran mérito de quienes creen si haber visto (o sin encontrar una ley que empíricamente lo demuestre). Es un don. Se lo dijo Jesucristo a Tomás en el cenáculo: "Dichosos los que creen sin haber visto". Un saludo cordial.
A todos muchísimas gracias por vuestros comentarios. Sin fe no hay esperanza, y sin esperanza estamos derrotados de antemano.
ResponderEliminarQue sean nuestros actos los que hablen por nosotros.
Muy bien dicho.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenas noches..
ResponderEliminarSigo teniendo fe en la personas, y este mundo es maravilloso.. gracias por ser parte de el...
Besotes
Sigo muy recientemente este blog, que encuentro muy reflexivo e interesante.
ResponderEliminarAcerca de la fe, definible, cómo no, desde muy diversos ángulos, cabe añadir, también desde otros tantos diferentes ángulos, que sí mueve montañas. Mas, sin obras que la sustenten, siempre quedará en el terreno privado de cada persona.
Fe divina
fe humana
fe crasa
fe explícita
fe implícita
fe natural
fe supranatural
Y así y más.
Un gratísimo saludo desde Aragón (La Almunia de Dª Godina, Zrgza)
Gracias Pili, por este comentario como abanico abierto de oriente a occidente. Un saludo afectuoso, mañica.
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