Había oído las noticias a primeras horas de la mañana; la radio es mi compañera y suelo oírla antes de dormir, en la vigilia y al despertar. Me había enterado de la noticia, pero quería conocer al detalle las calles afectadas desde hoy en Marbella por la implantación de la zona azul; en el periódico aparecería sin lugar a dudas el plano correspondiente. Nos bajamos andando hasta la playa del Faro, llevaba un bolso semivacío colgado del hombro y a pesar de ello me resultaba un poco pesado. Compré el diario Sur. A la vuelta me he sentido muy feliz por la caminata, después de un invierno tan húmedo y con tantas limitaciones. Hay circunstancias que hacen que las cosas más triviales se vivan como extraordinarias.
Si el libro no resulta fácil de leer tumbado en la arena, imagínense el coctel de viento, arena, crema protectora, gafas bifocales… Allí estaba el plano. No queda otra que acatar y finalmente usar lo menos posible el coche. Parece una controversia, pero es así: publicitan la venta de coches, incentivan el cambio mediante la operación renove, encarecen la gasolina, restringen el aparcamiento. En el principio sólo tenían coche los potentados; hoy lo tenemos todos pero sólo pueden usarlo los que se permiten pagar el combustible y los aparcamientos: el dinero siempre nos saca al menos dos cuerpos de ventaja.
Junto a mí se instala una familia de mayor número de miembros que de espacio libre. Se apretujan y los niños no tienen otra opción que pisar en sus juegos por encima de mi toalla. “Son cosas de chicos, señora –le digo- no les reprenda”. Él le explica a sus dos hermanas y su mujer presta atención y también interviene. Hablan de conflicto familiar con la herencia de la abuela, y es que la tía Elvira quería quedarse con todo, tras la desaparición de su hermana Carlota, pero allí estaba su primogénito Claudio, en representación de sus cinco hermanos, para interponer recurso. “Nos va a costar 12.000 euros, pero tenemos muchas posibilidades de ganarlo, al menos le presentamos batalla a nuestra insaciable tía Elvira, a pesar del enorme patrimonio que tiene”. Yo andaba tratando de leer las noticias locales, esas que las cadenas de radio no desmenuzan, pero se me entremezclaba los entresijos de esta familia por entre los párrafos y me estaba enterando de las inquinas de unas personas a la que no conozco, a las que posiblemente no vea nunca más y a las que no me importa si les asiste o no la razón; desde luego no la tienen para invadir mi espacio físico y acústico, mi solaz y mi lectura al sol.
Ya te digo yo,amigo Francisco: que las historias no salen al camino y hasta se nos meten directamente en el cubo de la playa, dentro del castillo... (por cierto, hablando de castillos, que anoche me senté frente a la tele, "agotá" ya, y estaban dando en la 2 "La venganza de Don Mendo", una adaptación de Fernando Fernán Gómez, que ya había visto, pero que me encanta... jajajaja!)
ResponderEliminarNada, a ver de qué te enteras hoy, que lo mismo lo sobrinos de la tía Elvira siguen conspirado mientras tú intentas enterarte de algo de este loco mundo (y hablando de locos, el "locatis" está perfecto, me llamó anoche y que tranquilos, que hoy también corría, de hecho ha corrido, ya ves, algunos nopueden dejar sus aficiones,obsesiones, o lo que sea!)
Y nada, a pasar buen día!
Esperamos tu crónica de mañana, ya sabes, así que a fijarse bien!
Un abrazote!
;)
Estas cosas suceden más frecuentemente de lo que pensamos.
ResponderEliminarUn día en el autobús fui testigo de una pelea y consecuente ruptura por teléfono de una pareja, con lloros incluídos. Me enteré de todo sin querer y sisn proponérmelo.
Saludos.
Jajaja lo que me he reído con tu anécdota de hoy. Muy entretenido. Es curioso cómo sin querer te meten en historias que no interesan ni te importan, por esa costumbre de hablar a voces.
ResponderEliminarEnhorabuena por la zona azul, dentro de un año se acaba el enfado. Por eso yo con bonobus a todas partes:) Porque llevar el coche te cuesta una pasta y encima preocupación.
Un abrazo y sigue disfrutando de arena, el, sol, las cremas y demás tú que puedes.
Habiendo dinero por medio el lío está asegurado.
ResponderEliminarBuenas vacaciones
Vaya, dos dias llevas de vacaciones y ya me has olvidado, ¿que hago ahora?, me corto las venas o me las dejo largas?, digo, para distraerte de tanta herencia, que si la tia Elvira, que si es nuestro, que si es del otro, que si no te toca, que si me dejará.
ResponderEliminarUn beso
Es que Marbella en fechas puntas como es Julio y Agosto, te enteras de todo, hasta de lo que no quieres. Personalmente trataría de sacarle provecho que llevando cuatro chismorreos a la TV te dan para una temporada completa de vacaciones en las Islas Seychelles.
ResponderEliminarSaludos y a seguir disfrutando
Veo, don Francisco, que se lo está pasando de miedo en la playa...jejeje. Pese a todo me da un poquito de envidia. Pasaré todo julio y buena parte de agosto en la ciudad, antes de tomar la vacaciones. Un saludo.
ResponderEliminarseee. a veces así pasa, hay muchas distracciones en la calle para leer, y en ocaciones, quieras o no te enteras de vidas ajenas. A mi me choca cuando invaden mi espacio, se me hace una falta de respeto tremenda
ResponderEliminarSólo unas letras. Mi conexión a la Red es tan virtual que hoy me ha dejado. Estoy en casa de un amigo, pero sólo puedo estar en su ordenador como si hubiera ido al servicio. Él también es lector del blog y comprende que me debo a mi público, pero no le quiero hacer esperar.
ResponderEliminarNerim, ni cortas ni largas, déjalas estar: tú estás monísima tal cual. A todos un fraterno abrazo.
Francisco ,recien entro y ya me estoy entreteniendo de lo mejor con su diario ,aqui en la Argentina,tambien entramos en vacaciones pero de invierno ,ya que estamos en la parte inferior del globo....enhorabuena .....Abuelanita
ResponderEliminar¡Como calienta el sol...! Pásalo bomba con chismes o sin ellos como piojo entre costura. No te preocupes que el que seguro sale ganando es el abogado. Los demás no sé, pero él seguro, más cierto que el evangelio. Saludos desde Cáceres donde también me estoy tostando al sol y además viendo al nieto.
ResponderEliminarDON FRANCISCO,HUSMEANDO EN INTERNET DESCUBRI SU BLOG,DONDE DISCURRE SOBRE SUS VIVENCIAS DIARIAS,ME PARECIO SUMAMENTE INTERESANTE,YA QUE YO SOY UNA ABUELAJUBILADA QUE NAVEGO ENTRE OLLAS,TEJIDOS Y NIETOS ,Y DIARIAMENTE ME SUME RJO EN ESTE MUNDO VIRTUAL QUE ME DEPARA TODOS LOS DIAS MARAVILLOSAS SORPRESAS ,VIVO EN ARGENTINA Y ACA ESTAMOS EN PLENO INVIERNO....REITERO UN PLACER LEER SU BLOG.....SALUDOS ABUELANITA
ResponderEliminarTanta gente en la playa es realmente un agobio, pero hoy te ha dado un buen tema para escribir. Esa triste historia de las herencias que a tantas familias separa para siempre.
ResponderEliminarA continuar disfrutando y como siempre a tratar de ver todo desde el punto de vista más optimista posible.
Un abrazo.
Me alegro muchísimo de haber entrado en tu blog. Es un placer leerte ya que nos acerca un poco más a una gran realidad y ese devenir cotidiano de las vacaciones de cada verano, este año poco podremos disfrutar la cosa esta regular. Muchas gracias.
ResponderEliminarDesde Jaén un abrazo y feliz semana
Intento buscarte en la foto pero no puedoo!! Hay demasiada gente..quizás los de ahi enfrente son los que quieren quitar de en medio a la tal Elvira..ya me gustaría yo hacerme amiga de la Tía..sin mas interés que el de acompañarla contra sus familiares..no vayas a creer que es por la herencia..
ResponderEliminarPues nada..seguiré siendo pobre...Besitos
es como la sal del día, escuchar y ser partícipe sin quererlo de las historias de quienes estan alrededor, las playas se atestan de gente...inevitable
ResponderEliminarbeso