Búscame en la espera confiada,
en la serenidad de mis días de aplomo;
no desdeñes la brisa apacible
que se dibuja en la cuadrícula
de paz y sosiego tibio
de la capa con que me cubro.
Ya sé, mas me empeño en olvidar
la historia y proyectarme
a la patria futura, donde los afanes
son hojas mecidas por el viento.
Búscame en el encuentro,
en el humilde reconocimiento
del valor ajeno,
pues bien sé yo de mis muchas limitaciones
y de la fiera que ruge en el pecho
de quien no perdona
creyéndose el epicentro de todos los tornados.
Para pensar con sosiego ... !!
ResponderEliminar"...pues bien sé yo de mis muchas limitaciones
ResponderEliminary de la fiera que ruge en el pecho
de quien no perdona
creyéndose el epicentro de todos los tornados."
Brillante Francisco.
Besos.
La serenidad de los años...que aunque no han podido domar ni doblegar el ímpetu de nuestro interior, los hace reflejar como una capa apacible...
ResponderEliminarA veces estar con alguien que lleve dentro el epicentro de un tornado nos da la vida que queremos...calma y tormenta se complementan..
Besitos...feliz comienzo de semana, Francisco
ResponderEliminarEs saludable dejarse llevar perdiéndose en el propio "yo" interior, para que el instinto del intelecto se deje conducir donde el corazón disponga... Y así sentirse más gusto con uno mismo y con los que nos rodean.
Un placer leer tus textos que llenan e inspiran los sentimientos...
Te entrego un brazo de estelas de colores donde reposa todo el cariño que en este momento tengo reservado para ti.
María del Carmen
PD/Es un descrubir el interior del alma dejando que los sentimientos vuelen mecidos como hojas por el viento...
Muy bellos tus versos, Francisco, busquemos en la paz, en la ilusión, en el sosiego, en la calma, en la esperanza...
ResponderEliminarUn beso.
Con perseverancia y empeño siempre se encuentra lo que se busca.
ResponderEliminarTentativa invitación que nos conduce a leerte.
Abrazos poeta!
Diana
Ahora sé y comprendo un poco la razón del título escogido para tu blog...
ResponderEliminarSaludos
Hola Francisco, suele ocurrir, pero no somos el epicentro, debemos entender la situación del prójimo y perdonar, avanzar,dialogar y amar, es la solución a todo.
ResponderEliminarEl herido y el que se cree culpable, que muchas veces no lo es.
Las cosas son lo que son, culpables existen pocos, los que dañan profundamente con actos y palabras intencionadas, lo demás es lo que la vida y sus circunstancias nos presentan.
Un fuerte abrazo y hasta pronto, como siempre estupenda poesía.
Debemos reconocer nuestra limitaciones, en ello está nuestra grandeza como personas. Solo quién se reconoce necesitado obtendrá el bien que anhela. Hermosos versos para expresar estos sentimientos.
ResponderEliminarUn beso
Así te busco, lector; así te necesito, en la placidez de la conversación distendida y amigable, para apoyarnos en la reflexión y darnos la mano, aún en la discrepancia. Un fuerte abrazo a cada uno.
ResponderEliminarOH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!abrazos
ResponderEliminarhermoso, siewmpre te digo que tus versos lo son, hasta casi diría que lo son más que tu prosa
ResponderEliminarbesos, Francisco
En verdad, Laura, pongo el corazón en todo lo que hago, pero el verso surte a borbotones como el agua de un manantial, mientras que la prosa fluye. Debe ser algo de eso. Gracias, gracias, gracias.
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