Porque una tarde tuve
conciencia
y me lo confirmó
la vela de la madrugada,
cuando en la oscuridad
todo se acomodaba a las
formas soñadas,
esas que se ajustan
como tu falda a tu talle
o tu blusa a tu busto.
Porque una tarde tuve
conciencia
de que no podría vivir sin
ti,
todos los pasos que ya
conoces
y nos han traído al momento
presente.
Y dentro de esa tarde -también en mi caso-, hubo un instante mágico que funcionó como una chispa que prendió la mecha de lo que vino después.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
¡Oh, el amor, Cayetano! La misma dolencia incurable, por suerte.
EliminarUn abrazo.
"Toda mi alma, amor, por ti es conciencia
ResponderEliminarY todo corazón, por ti, mi cuerpo."
Por revelación, un abrazo.
Todo es la suma de dos que se enamoran, Merche.
EliminarUn abrazo.
Lo tuviste muy claro y seguro que os ha ido muy bien.Saludos
ResponderEliminarÉramos casi niños, pero sabíamos lo que queríamos y la suerte nos ha acompañado.
EliminarUn abrazo.