En mi partitura es todo
silencio:
ninguna nota, expectación,
espera;
ninguna pauta con la que
romper
esta monotonía de intervalo
indefinido.
El silencio es página en
blanco,
metrónomo en reposo y
murmullo en la sesera,
es pausa, es respiro, es
quietud alerta,
es señal de batuta dormida,
alerta,
que en el alero cuelga sin
medidas,
es violencia contenida,
interludio,
intermezzo adormecido que
aguarda
reanudar en breve instante,
es respiración que ha sido
interrumpida;
las notas que se avecinan en
el aire.
Qué tentación la partitura en blanco, como el folio inmaculado que espera la mano mágica que llene todo de palabras o de notas musicales, también de silencios; pero solo los necesarios. Tampoco hay que exagerar, Paco.
ResponderEliminarUn abrazo.
En ese vacío del silencio es donde el músico crea un mundo desde su imaginación sonora, algo que reconoce todo el que escribe ante el folio en blanco.
EliminarUn abrazo.
Hay en tu silencio un cobijo donde se alberga mi esperanza.
ResponderEliminarA bra ci to
Has escrito un verso precioso como comentario, Merche.
EliminarUn abracito tierno.
A veces uno precisa de silencios, otra veces no.
ResponderEliminarBesos.
Muy cierto, Apola Azul, pero en los momentos de no silencio, también los intervalos están construidos de silencios.
EliminarBesos.
Esa partitura en blanco sólo espera escribir hermosas notas de la mano de un experto compositor. La música forma parte en la vida y si ella no podríamos estar.
ResponderEliminarBesos
El sonido y el silencio es la bella alternancia de la música, como las luces y sombras que tú dominas en la fotografía.
EliminarBesos.
Es el momento justo para poner melodía a tus versos, tu imaginación abarca espacios varios. Gracias. Abrazo
ResponderEliminarY tu generosidad, Rosa María, es inabarcable. Mil gracias.
EliminarUn abrazo.