Barro inepto,
un pegote amorfo
en busca de manos hábiles
de alfarero. Entállame
con tus manos
a la horma de tu deseo.
Quiero dejar de ser
para serte,
para dejarme hacer
por la tenacidad de tu codicia.
No busco ser, sino serte;
no busco figurar, sino ser
figurín
y me modeles.
No busco ser, sino que me
encuentres
según tu voluntad.
No busco el medio, sino el
fin,
ser tuyo y diluirme en ti.
La fusión que se produce entre dos personas cuando hay amor por medio.
ResponderEliminarSi lo sacas del ámbito poético, hay lecturas menos positivas; pero ya sabes, una cosa es la poesía y otra la conveniencia de lo políticamente correcto.
Un abrazo, Paco.
Como sugieres, la poesía ha de ser políticamente incorrecta. No dice, sugiere, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
" Haré lo que se te antoje
ResponderEliminarlo que mande tu capricho
que es mi corazón cometa
y en tu mano está el ovillo
que es mi sinrazón campana
y tu voluntad sonido...
por los siglos de los siglos"
Un abrazo coplero.
Merche, leyéndo tu comentario me he sorprendido dándole tono. Muchísimas gracias por ese abrazo coplero.
EliminarAbrazos.
Qué preciosidad!
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias por tu valoración, Pilar.
EliminarUn abrazo.
Precioso Francisco, te dejo el poema del alfarero de autor desconocido:
ResponderEliminarOFICIO NOBLE Y BIZARRO
ENTRE TODOS EL PRIMERO
EN EL OFICIO DEL BARRO
DIOS FUE EL RIMER ALFARERO
Y EL HOMBRE SU PRIMER “CACHARRO”.
Saludos
Recuerdo esos versos, como también recuerdo la carta de san Pablo a los Corintios: "somos vasijas de barro..." Muchas gracias un día más, Charo.
EliminarUn abrazo
Me han parecido unas letras místicas, de abandono positivo en manos del Creador, de Dios. Saludos cordiales.
ResponderEliminarGracias por hacer camino al andar, Caminante. Ciertamente hay un componente místico intencionado.
EliminarUn abrazo.