Cuando me doy, me doy a mí
mismo,
el don más preciado con el
que cuento,
aunque no sea el más rico
que esperas
ni el mejor tesoro.
A veces no cuadra con lo que
de mí esperan,
por eso me reconozco limitado,
pataco, casi nada;
pero en el fondo sé que pesa
más que una pluma,
más que un cumplido
y menos que el mucho valor
que hay en ti
al confiar.
No puedes negarte, abre tu
mano que te la llene,
vamos a compartir este
mendrugo
antes de que se ponga duro;
seguro que ha de sentarnos
bien a ambos,
siempre que no impongamos
condiciones;
dar a manos llenas sin
esperar respuesta,
pura donación.
Acerca tu oído, quiero
explicarte
que me dispongo a escuchar
tus quejas
y a lavar tus heridas.
Abre la boca y llénala de
todas tus llagas,
pásamelas y compartamos tu
dolor
y tus quebrantos.
Ya me conoces. Ya sabes de
mis escasos dones,
pero también de mi dádiva en
tu provecho.
Si no cura, como así
pensamos los dos,
al menos jugaremos a
tuya-mía
y te prometo que vas a rejuvenecer.
Nada de lo que digo es
mentira,
ni tampoco engaño con
florido verbo,
tan sólo volvernos a la
infancia
y creer en la magia del
juego,
en las princesas, enanos y
animales que hablan,
vivir este rato íntimo de
inocente gozo.
En la infancia está la respuesta a muchas incógnitas con las que nos enfrentamos de mayores.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Es cierto, Cayetano. También es verdad que algo evolucionamos y aprendemos en las esquinas de la vida, pero fundamentalmente venimos con nuestras marcas de ADN diferenciadoras.
EliminarUn abrazo.
Toda persona que da lo que es y lo que tiene es infinitamente generosa y merece todos mis respetos.Nadie puede dar lo que no tiene.Saludos
ResponderEliminarTal como dices, Charo. Gracias por leerme cada día.
EliminarUn abrazo.
Mi abuela decía: quien da lo que tiene no está obligado a más, porque nada tiene después de dar. Yo creo que siempre nos queda algo por mucho que demos. Un abrazo.
ResponderEliminarTambién estoy de acuerdo contigo más que con tu abuela, cuya intención era buena, sin lugar a dudas.
EliminarUn abrazo.
Hermosa ofrenda que nos das con tus versos. Ser dador y ser capaz de recibir, un lema en mi vida. Abrazo
ResponderEliminarEs un asunto general, aunque algunos no saben gozarlo. Dar y recibir, el misterio de las relaciones.
EliminarUn abrazo.