Abre la ventana,
deja que entre la brisa
del alba
y acaricie tu pelo,
tu rostro, tu talle…
Deja que llegues a
estremecerte
de escalofrío
con tus caricias
y arrebújate conmigo;
prometo ejercitarme en
ternuras
y hacer de este amanecer
instantes para el recuerdo.
¡Ah, pillín! Quieres guerra. Jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Guerras sobre lienzos, así debieran ser todas las guerras, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Una dulce propuesta, que nadie que ama podría rechazar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dulce, como la sabrosura de Sara que tanto me encanta.
EliminarUn abrazo.
Muy romático tu poema.Saludos
ResponderEliminarNo hay que perder la buenas emociones, Charo.
EliminarUn abrazo.
¡Viva el amor!
ResponderEliminarBesos, abrazos y aplausos!
;)
¡Viva por siempre!
EliminarBesos.