12 octubre 2010

PUENTE DEL PILAR


Como cada año, al otoño le gusta dejar su tarjeta de visita en este tiempo y hemos tenido una climatología variada: lluvia, claros y nubes; días entoldados y otros lumínicos. Ayer resultó un día muy luminoso que invitaba al paseo; las calles estaban llenas de turistas y me emborraché de acentos de otras tierras, entre las luminarias de los flashes y las proclamas de los cocheros. La Avenida, un hervidero de paseantes, colas ante los Reales Alcázares, buscadores de tipismo en Santa Cruz; las terrazas con todos los veladores ocupados y muchos ojos atisbando la oportunidad; miradas estrábicas entre el mapa de las manos y la realidad frente a sus ojos...   pero no estaba ella, no ha podido ser en esta ocasión; yo sigo aguardando el encuentro con su voz melodiosa y la figura que aún desconozco.

1 comentario:

  1. Una lástima no haber podido disfrutar de ese paseo tan esperado.
    Y con mi voz melodiosa te digo, que guardo la esperanza, de poder conocerte pronto, y darte por fín, ese fuerte y cálido abrazo, tantas veces repetido a través de las letras.

    Un beso

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