Tiene el oficio de dar luz y ventilación a la estancia, pero ella no lo sabe; vive y experimenta cómo la manipulan siguiendo pautas que desconoce y traga en silencio los días y las noches, las aperturas, los cierres y los entornados. Las hay nobles, pero no es este el caso; las hay protegidas con reja o balcón, pero tampoco es este el hecho. Bien podría llamarse vano, ventanillo o ventanuco, pero nunca vitral, balconada o luminaria; tampoco ajimez, pues le faltaría prestancia o arrogancia en su posar. Es una simple ventana de madera de pino, repintada una y cien veces, que echó en el olvido cuando recibió la última mano de pintura. Los cristales, pulcros, aunque con ciertos arañazos de las muchas limpiezas y de los días de existencia, permiten una ráfaga de luz que debe iluminar la estancia con un haz de escasamente medio metro. Desde ella; el campo, los castaños, la hierba verde y el suelo sembrado de amarillos dorados y ocres, de granates pálidos y verdes descoloridos, sembrado de los erizos que albergaron los frutos. El camino serpentea a izquierda y derecha hasta perderse tras la loma. Es cárcel y es refugio; es privacidad y es la mirilla por la que asomarse al mundo; a través de ella, lagrimea la lluvia, incendia ráfagas la tormenta, corre las cortinas pardas las nubes, cierra los ojos la noche y la luz del sol despeja las incógnitas cada amanecer. Por ella llega el canto del gallo cada amanecer, y husmea el gato de la vecina enroscado en el alféizar en equilibrio funambulesco; los pájaros, en bandadas, surcan el aire en busca de otros pagos más cálidos o menos ardorosos, según las temporadas. Bajo sus pies, la viña se extiende a lo lejos; algún día, posiblemente en primavera, alguien brindará con vino nuevo. Muda; silente; abierta o cerrada, según la manipulen, es ojo por el que ver y desde el que observar.
Amigo Francisco, ¡hay que joderse lo que te da de sí una simple ventana! y perdona por la expresión.
ResponderEliminarUna bella descripción de la ventana la que has hecho. Siempre será una via de escape hacia la libertad.
ResponderEliminarMe encantan las ventanas, pero aún más las puertas de las cuardo una colección fotográfica. Me ha encantado tu artículo.
Un abrazo
Si, una ventana da para mucho, pues las hay de todas clases. A mi, la que má me gusta es "la ventana indiscreta", una película que vi cuando era pequeña y que no se me ha olvidado nunca. Esa ventana tambien dio mucho que hablar.
ResponderEliminarExcelente post mi querido Francisco. Un fuerte y calido abrazo.
Vaya una oda a la ventana!
ResponderEliminarPues sí que es todo eso y mucho más...
No sé qué haríamos sin las ventanas, esos ojos de parapeto que nos calzamos todos los días!
Muy buena esta entrada!
Un saludo!
Qué bonito!!!!
ResponderEliminarY desde esta ventana descubro letra a letra tu bella alma...
Muchas gracias, un abrazo muy grande.
Y cuantas cosas significa una ventana, por ella salen cosas que no sirven y entran las nuevas, hay que dejarlas siempre abiertas............
ResponderEliminar