Me viene a las manos una de las sabias definiciones de refranero popular: Arlanza y Arlanzón, Pisuerga y Carrión, en el puente de Simancas juntos son.
Esto me lleva a buscar y leer lo que encuentro sobre la ciudad vallisoletana y me topo con la leyenda de las doncellas, a la cual se debe el topónimo de la localidad. Se cuenta, que el rey Abderramán II exigía al rey Ramiro I de León la entrega de cien doncellas, para mantener la paz en el reino. De ese total, a Simancas le correspondía entregarle siete, como parte del pago total.
Hecho el sorteo entre las jóvenes y elegidas las doncellas que de la villa debían ser entregadas a Abderramán II, fueron ellas quienes, encerradas ya en la torre del castillo, decidieron, como medida desesperada, que se entregarían buscando y provocando la repulsa de su captor cortándose una mano. Es así como ensangrentadas se ofrecen al rey moro, que no dudó en rechazarlas diciendo: “Si mancas me las das, mancas yo no las quiero”.
¡Olé por esas doncellas! Claro que bien mirado...es sumamente arriesgado llegar a esos extremos, pero es evidentes que solo con grandes riesgos se obtienen grandes resultados.Beso.
ResponderEliminarPor un momento, al ver la primera fotografía, me había parecido contemplar el puente sobre el río Ebro en Tudela. Hay una leyenda muy similar en San Pedro Manrique (Soria, pero allí creo que son las "Móndidas". No tiene nada que ver con lo anterior pero, en esta localidad, la noche de San Juan, pasan pisando por encima de las brasas incandescentes con los piés descalzos. Lo he visto yo, y es alucinante.
ResponderEliminarEs precioso este puente. Lo he atravesado:)
ResponderEliminarMuy buena la leyenda de las doncellas mancas.
Un abrazo
He recorrido los Cuatro, con la ayuda del tío G, y la leyenda, una salida sangrienta y dolorosa, y de mucho valor...
ResponderEliminarUn abrazo grande, me voy repasando...
Arlanza y Arlanzón, Pisuerga y Carrión, en el puente de Simancas juntos son.