No es por vanidad,
ni por vanagloria,
ni por el efímero triunfo
terreno
que el tiempo siempre acaba
por desdibujar,
hasta de los más grandes.
Escribo para ejercitar las neuronas,
para movilizar lo inmóvil
de esa masa gris cada día
más oscura,
menos permeable y más
rígida.
me basta el coro de amigos
que pescan en las redes
sociales
y ni siquiera me abuchean
cuando el acto es fallido.
Escribir, ¿para quién?
Yo escribo para mí misma y aunque lo publique en las redes no me preocupa nada si lo leen o no.Escribo para que mi mente esté despierta, para desahogarme,para fomentar mi ccreatividad etc. y me hace sentir bien.Saludos
ResponderEliminarMe parece muy bien, no tener ambición de notoriedad no debe privarnos del ejercicio.
EliminarUn abrazo.
Para quien quiera leeros.
ResponderEliminarLectorabrazo
Sin duda alguna, sin forzar ni esperar nada a cambio.
EliminarUn abrazo lector y amigo.
Teniendo en cuenta que no me leen ni los míos, si que es verdad que tengo un lector que no me abandona, soy yo.
ResponderEliminarSaludos
Todos andamos desbordados, Emilio, con más tareas por delante de lo que alcanzamos a realizar- Por ese motivo, no es extraño que a veces no encontremos el eco esperado.
EliminarUn abrazo.
Uno escribe para sí mismo, para sentirse bien tras el parto creativo. Luego, si te leen los demás y aprecian tu trabajo, mejor. También hay un puñado de privilegiados -unos, muy buenos; otros, no tanto- que viven de ello.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Pues sí, Cayetano. Por si acaso, que no nos toquen la pensión ni jueguen con lo sagrado.
EliminarUn abrazo.
¿Para quién? para todos los que disfrutamos leyéndote y oye, un poquito de vanidad, sin pasarse, tampoco está mal, para eso somos humanos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muchas gracias, Julia, por tu comprensión.
EliminarUn abrazo.