Como rosa marchita
de labios violáceos
por el tránsito entre el
esplendor
y el adiós último;
así intuí la mentira de tu lasciva
boca
cuando prometías un para
siempre
que acabaría siendo en tanto
que…
Nube pasajera, bruma marítima
de la mañana
son tus promesas la copiosa
mentira;
lebrel que vuela por el
barbecho
y fija en su olfato la
fragancia de la presa
que enamora
y las veleidades de un
cambio de rumbo.
Sombra que apresa sin
prisas, que pasa,
que aprisiona pisando mi terquedad
ofuscada
en las frivolidades de tus
caprichos;
la fragancia que me
ofreciste, flor de un día,
es hoy olvido, y más allá,
llaga que supura
por el tallo del que te
erguías
cuando ibas de mi brazo
derrochando lozanas promesas
eternizantes.
Nada es eterno, qué le vamos a hacer.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Los plásticos se aproximan, si sólo tenemos en cuenta la vida de una persona, pero tampoco frente a la humanidad.
EliminarUn abrazo.
¿Calíope?, Ca lí o peee.
ResponderEliminar"No puede ser esa mujer es buena
no puede ser una mujer malvada
en su mirar, con una luz singular
he visto que esa mujer no es una desventurada
no puede ser una vulgar sirena.."
Abrazo, piedad y perdón.
Gracias, Merche, comprendo tu compasión por la musa de la poesía y la elocuencia, algo que comparto. Por eso la invoco en mi propio auxilio. Es una pena que tu comentario haya salido en la publicación de otro poema, pero mi agradecimiento es inquebrantable.
EliminarUn abrazo.
No ha sido un error; he invocado a la musa en este 'como Rosa marchita', siendo la rosa quién me inspiró compasión. Yo misma podía ser ella.
ResponderEliminarMi abrazo
Perdona mi error, Merche. En tal caso tendré que rescatarte, Rosa Marchita, y darte el tratamiento que requieres.
EliminarOtro abrazo.
bellos versos a un desfortunado desamor.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo, por tus estímulos.
EliminarUn abrazo.
Es que "para siempre" resulta ser mucho tiempo, nada dura para siempre (solo el amor de madre)
ResponderEliminarSaludos
Bueno, hay un buen puñado de matrimonios que duran para siempre, pero es cierto, Julia, que la tendencia es cada vez más de interrumpir la relación.
EliminarUn abrazo.