27 enero 2020

EN CAMINO




Contra este apresurado vivir, el dulce placer
de caminar y desenfrenar la aceleración
en la que nos precipitamos;
no es una huida, sino un esquinazo
a este movimiento uniformemente acelerado
que nos saca por la centrífuga
sin fuerzas y prisionero
de una fuente energética extraña
y cada día más cara y contaminante,
a fuer de acumulativa.
No hay un destino,
la meta es ponerse en camino
y encontrarse con el gozo
de lo nimio o lo grandioso.
Ha quedado atrás la ciudad, sus humos
sus coches y sus prisas;
la mirada se acompasa con el pensamiento
y la respiración pone música al ritmo,
los arbusto se arraciman bordeando el camino;
echo en falta a mi padre,
quien sabía identificar, cada planta,
cada animal, cada huella… 
Tras el recodo, una avecilla hace acrobacia
mientras liba sin cesar de batir las alas:
nunca es barato el pan de cada día.

11 comentarios:

  1. El camino lo vamos haciendo con nuestros pasos. Cada uno el suyo.
    Un abrazo, Paco.

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  2. Así es, Cayetano, el mismo camino deja distintas semblanzas en cada caminante.
    Un abrazo.

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  3. Lindo Colibrí....nos enseña que aunque esté difícil, siempre se logra lo que deseamos si nos esforzamos.
    Preciosas letras, amigo...
    Bello poema.
    DOS ABRAZOS.

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  4. Hay que andar caminos aunque nos cueste dar el primer paso. Siempre adelante.
    Precioso poema.
    Un abrazo Francisco

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  5. Con este frío no soy capaz de caminar, voy muy ligera si tengo que ir a algún sitio y no me dan ganas de fijarme en nada....necesito que llegue el buen tiempo para disfrutar de los paseos y la naturaleza.Saludos

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  6. También yo noto, que nos aceleramos demasiado y eso nos hace que no detectemos y disftutemos de lo que nos rodea.

    Besos

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  7. La cuestión es disfrutar del camino.

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  8. Lejos del mundanal ruido, Francisco, allá se vive mejor.

    Un abrazo.

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  9. ¡Qué bonito es el caminar!, sin pausa pero sin prisa,, recreándose en el mundo que nos rodea, en la vida.

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  10. El tiempo va de prisa y nosotros caminamos despacio para poder admirar toda esa belleza que nos ofrece la naturaleza. Saludos amigo.

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  11. El vuelo del colibrí mientras liba, es como nuestro espíritu cuando aflora a través del pensamiento y se traduce en palabras. Acertada fotografía para acompañar al poema. Gracias por compartir tus mejores adentros.

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