El viento se enreda
entre las ramas del naranjo
y entresaca notas arrebatadas
de entre la agitación,
con algún que otro gemido
de tarama desgarrada y
dolida.
Por la mañana, rendidas bajo
la copa,
un centenar de frutos verdes
son vidas interrumpidas
que no llegarán nunca a una
mesa.
Sobre las blondas de su
melena,
la brisa es caricia que remece
el pendular de una melodía
que habla de los arrebatos
del alma,
entre el andate y el adagio
y con la belleza estética de
una sinfonía.
Entre el viento y la brisa,
entre el naranjo y la
huertana,
en este discurrir apacible y
retirado:
beatus ille, lejos del mundanal ruido.
Nada como el viento para hacernos sentir vivos.
ResponderEliminarFeliz día, Paco.
Un abrazo.
Y nada como la Naturaleza para gozar de lo más profundo y sencillo de la vida, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Tu poesía, Francisco, me provoca un estado de paz, como esta, que termino con un rictus de alegría en la cara. Gracias amigo.
ResponderEliminar😘🍀🌹
Lo celebro, Inés, pues es ese el estado sentido y deseado.
EliminarUn abrazo.
Parece que estoy viviendo la escena. Parece que estoy ahora en medio de los naranjos. Ese viento de invierno, me hace tener frío , mientras la brisa del mar me hace una suave caricia.
ResponderEliminarBesos
Gracias por hacerme ver que has sentido realismo en mi texto.
EliminarBesos.
En medio de la soledad y el silencio es donde se puede pensar, imaginar, soñar....y mucho mas si se está en un lugar entre vegetación, tocando el sol, o de noche con la luna.
ResponderEliminarYa me imagino entre pinos cerca del mar....
Gracias por tan bellas letras Poeta.......Abrazos.
Ese idílico Beatus ille que sobrecoge y aísla como un paraíso.
EliminarUn abrazo.
Me encanta la naturaleza sobre todo si hay un río cercano y un buen árbol para poder apoyarse en él al sentarme y escuchar el ruído de la corriente de agua...ideal para reflexionar.Saludos
ResponderEliminarEse es el espacio, el que cada uno tiene en mente y donde las cosas son apacibles y muy distantes de la realidad cotidiana.
EliminarUn abrazo.
Gracias por lafrescura que has procurado a mis pensamientos al leer tu poema.
ResponderEliminarSi lo he logrado, es que he alcanzado mi propósito. Muchas gracias, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Un poema que trasmite serenidad y belleza. Que delicia es sentir el viento acariciar el alma. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarGracias, Sandra, por tan bello comentario.
EliminarUn abrazo.