El artillero sabe mucho de
parábolas,
pero no de las aristas del
alma;
el exégeta habla de
parábolas,
pero hace diana en el
corazón
de quien le escucha.
Vino una crisis por supuesta
superabundancia
y se empobrecieron los
pobres inmisericordes;
se recuperó la economía
y siguió sobreabundando en
las mismas manos.
Prolifera lo inaudito en el
abonado
campo de lo imposible
y salieron rizomas como
metáforas,
con sentido transversal y
soterrado.
Alguien ha incendiado el
bosque
y la voracidad de las llamas
pronuncian un nombre falso y
humilde;
a la vuelta de unos años,
alguien promueve pisos de
lujo,
bajo las siglas de una
sociedad anónima:
el secreto queda sobreseído.
Los ricos cada vez más ricos a costa de los que nada tienen, y siguen pidiendo y siguen y siguen.
ResponderEliminarUn abrazo.
El afán de riquezas es insaciable, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Los pisos de lujo se alzaron en el mismo solar donde se derribaron las viejas viviendas sociales cuyos inquilinos fueron desahuciados. Eso es lo paradójico. Y lo miserable del asunto.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Lo muy miserable, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Si...Señor Cayetano,suele ocurrir así. Es costumbre ancestral,se mejora sobre lo destruido..tanto en dinero, en educacion, en arquitectura, incluso en el amor. Ley UNIVERSAL.
ResponderEliminarQué lástima que no sepamos apreciar lo que hay, sin necesidad de engordar el EGO.
BELLAS Y MUY COHERENTES LETRAS. AMIGO PACO.
DOS...DOS ABRAZOS.!!!!
Muchas gracias por exponer aquí tu opinión.
EliminarDos abrazos.
LOs ricos más ricos, los pobres más pobres y la corrupción "acampa por cuenta". Saludos
ResponderEliminarLa corrupción es la que capitanea todo esto. Sin ella sería más difícil llevarla a cabo.
EliminarUn abrazo.
Yo soy argentina y de eso sé bastante pero no quiero hablar del tema. Todo está muy difícil en mi país.
ResponderEliminarTe mando un abrazo querido amigo. Estoy muy triste con respecto a eso.
Cariños.
Pd. El peso argentino con la imagen de Eva Perón.
Como dijo Cervantes, en boca del Insigne Hidalgo Don Quijote, "en todas casas cuecen habas y en la mía a calderadas."
EliminarUn abrazo.
Así es querido amigo.
EliminarEsas son las grandes injusticisas de la vida. El esfuerzo del trabajo, debe ser recompensado con un sueldo justo.
ResponderEliminarEn teoría "todos somos iguales ante la ley", pero los privilegios que tienen nuestros políticos no lo tenemos los demás. para poner un ejemplo.¿Cuanto necesita un trabajador para cobrar al final de la jubilación el 100/100 y ?cuantos años necesitan nuestros políticos?
¿Que tanto por ciento para hacienda paga de su sueldo un trabajador?...y nuestros políticos ,¿ tienen en su sueldo un tanto por ciento, para contribuir al bien común?
Hay muchos ejemplos más que se podrían poner, pero no me quiero extender más.
Besos
Y ahora el colmo de la actualidad: el nuevo gobierno quiere subir el salario mínimo y la patronal y la banca están alarmados y anunciando más paro. Parecer ser que no se necesitan trabajadores, sino esclavos.
EliminarBesos.
Cuento de nunca acabar es la injusticia social, el pez grande se come al chico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero no es un cuento, Rafael, que la voracidad es extrema y entre los humanos nunca hay nadie que se sienta saciado, como la fiera que acaba de comer y sestea a la sombra.
EliminarUn abrazo.
Eres un exégeta y con tus estrofas de la realidad existente, llegas al corazón de los que te leemos. La última es brutal.
ResponderEliminarEspero ser sobreseído por mis lectores y me perdonen cuando digo aquello que no les agrade, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Injusticias de la vida amigo Francisco, un placer leerte. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Sandra, una vez más.
EliminarUn abrazo.