07 agosto 2011

CINCUENTA AÑOS DESPUÉS

Había sido convocado por e-mail, como corresponde a la actualidad que vivimos, pero quienes nos teníamos que encontrar éramos los que fuimos alumnos del Instituto Laboral de Marbella de sus tres primeras promociones; yo pertenecí a la segunda, o sea que hablo del curso 56-57. Con algunos pocos me he visto de año en año, con otros de muy tarde en tarde y con bastantes nos hemos encontrado cincuenta años después.


El punto de encuentro era el chiringuito de Pepe Ravira, también alumno de la tercera promoción, justamente a escasos metros de donde estuvo ubicado el viejo instituto, en esa playa tan pateada en la niñez. Lamentablemente ya han desaparecido algunos de aquellos compañeros para siempre, pero fue un placer inenarrable el encuentro con el ayer en nuestro hoy. Éramos unas 60 personas. Aunque el instituto no era mixto, como era norma de la época, estuvimos acompañados por nuestras esposas, el director del actual instituto y algunos de los que fueron nuestros profesores.

El encuentro fue en torno a una mesa, pero en este caso no es lo importante lo que tomamos, sino el reconstruir la vida cincuenta años después. Hay quien no pierde la estela física ni así que pasaran cien años, pero a otros me costó reconocerlos. Sobre la mesa, volvimos a vivir algunas de las anécdotas del pasado, las travesuras de los más ocurrentes y la permanente admiración y respeto por la mayoría de los profesores. Ya sé que no estoy hablando de cosas trascendentes, sino de cosas muy simples, de las emociones del corazón que ni construyen ni mueven el mundo, pero así es o pretende ser el contenido global de este blog: una meditación desde mis días de aplomo con la mirada puesta en lo sencillo de la vida.

Allí trajimos también a los ausentes, a los que faltaron al evento y a quienes no podrán estar nunca jamás: ¿Qué fue de… ? ¿Se sabe algo de… ? Una vuelta atrás, un paseo por la memoria de aquellos años entre los 10 y los 15 que tanta importancia tienen en el mañana de cada persona. Se me ocurre, lectores, proponeros un ejercicio imposible, pero tal vez sea mejor deciros que soy el más pequeñín de la primera fila, el que parece herido por un rayo de sol, el que hoy siente esa herida suturada por ese encuentro tan dichoso que había imaginado imposible, pero que lo ha sido gracias al empeño y esfuerzo de Enrique Vázquez, a quien le quedo eternamente agradecido.

9 comentarios:

  1. Sabes que entiendo muy bien todo lo que cuentas ¿verdad? Son momentos inolvidables e inenarrables, com tu dices. Me alegro por ti y contigo . Besos

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  2. En estos encuentros los recuerdos vienen a borbotones.

    Un abrazo

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  3. Fotografía emotiva para los que en ella se ven cuando eran niños, y para los que sin estar ahí retratados podemos vernos también en los años de estudios y travesuras. Gracias.

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  4. Que gran invento fue la fotografia, que traslada en el tiempo con tan solo mirarla. Recordar es vivir.
    Un beso.

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  5. Hola Francisco!!!! Estos encuentros además de nostágicos son muy entretenidos porque se pasan unos ratos maravillosos con los compañeros!!!! Conversaciones de todo tipo, recordando anécdotas y a las personas que faltan para siempre, vivencias y recuerdos un tanto lejanos.
    Según dices eres el niño que está agachado!!! Una foto para guardar y quizá copiar para los compañeros que no la tengan!!! BESITOS Y SALUDITOS DESDE JACA.

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  6. uau!!
    Qué vértigo el paso del tiempo...verdad?
    Y en el fondo siempre seremos los mismos, la esencia permanece.
    Yo no quiero ni oír hablar de mis compañeros decolegio, se los llevó la marea ; y mejor así.
    (sólo otro apunte envidioso; es maravilloso crecer cerca del mar , que tu parque sea la playa...) .
    Besos.
    (Reyes)

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  7. Que preciosura de niño..que te pasó???jajja es broma venezolana al ver las fotos de la niñez...sigues siedo igual de precioso y lo que es mejor de todo es que por dentro como por fuera...
    Con tus historias me tienes viajando en el tiempo y ayer mi hermana Maricarmen y yo no dejabamos de hacerle preguntas a mi mamá sobre nuestra niñez y mira lo que son las cosas...mi mamá sabía a veces menos que nosotras con lo cual le hemos refrescado su memoria..otras veces, corregíamos nuestra memoria, porque al ser tan chicas teniamos recuerdos dislocados..cuando no fracturados por la erosión del tiempo..(esa frase me quedó bomita..la tendré que patentar)
    Un beso...parto a crearle recuerdos a mis nietos en una tarde de parque que espero sea inolvidable para los dos....

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  8. Monsieur, qué hermoso encuentro. Una jornada para dar rienda suelta a la nostalgia y abrazar a viejos amigos nunca olvidados aunque ausentes.

    Buenas noches

    Bisous

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  9. Francisco, como te has podido dar cuenta soy de poco hablar, hoy solo quiero decirte que TE QUIERO MUCHO AMIGO... un abrazo

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