23 agosto 2011

DESOLACIÓN


Ayer se fue llevándose prendida en sus tiernas manos un jirón de mi alma. Han sido días exclusivos haciendo y operando a su capricho y complacencia en los que ha ido dejando su estela alegre de vida efervescente por doquier. Una vida adaptada a sus años y circunstancias, pero una vida plena semejante al imaginado paraíso. Esta mañana, después de su partida, faltaban sus risas y sus enojos, su meloso despertar y la porfía, han enmudecido los dibujitos de la tele y hasta sus juguetes se han quedado mustios.


Marbella es hoy una ciudad desolada, una ciudad de luto que me anuda la garganta con el corbatín de la pena hasta decir basta. Marbella, mi Marbella, ha perdido la alegría, la jovialidad, las ganas de vivir; ha trocado los proyectos por rutinas y la estancia en un lugar lúgubre donde siguen aromando la hierbabuena y la albahaca, pero con maldita gracia a mis ojos. Su cuarto es una nevera en descomposición: todo recogido, sí; todo quietud estúpida e inquietante. ¿Dónde están sus estridencias, sus risas y sus enojos?

Se me antoja que hoy la playa debe estar más lejos, más sola, más fría; demasiado sosegada, más seca, como un desierto desabrido y estéril donde se agota la vida. Claro que volveré a ir a bañarme, pero ya no surcarán las olas los tiburones que él divisaba, ni apresaré medusas gigantes, ni vendrán a corear mis zambullidas un carrusel de peces, ni el bajel del horizonte irá capitaneado por un viejo pirata con pata de palo y parche en el ojo. No tengo garantías de que nadie vuelva a salpicar de arena mi toalla, pero seguro que nadie se revolcará encima de mí cuando trate de tomar el sol o despliegue las páginas de un libro o del periódico; tampoco tendré que porfiar a nadie para que se tome el zumo y hasta estarán resecas las naranjas. Entre las piedras seguirán transitando alegres los cangrejos, pero no se me ocurrirá ir a espiarlos; tampoco escalaré las rocas ni descubriré un poso de sal en la oquedad pétrea a causa de la evaporación. La pala, el cubo, los torreones de plástico, el barco verde, todo duerme el sueño que les preserva hasta el próximo verano; mientras, yo me he quedado soñando en el instante de volver a encontrarme con mi nieto Alberto y recuperar la vida.

21 comentarios:

  1. Anda que no !!
    Menudo hueco que dejan los niños !
    ...
    Que pase pronto la sensación de vacío ;
    un beso.
    (Reyes)

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  2. Hoy no te voy a decir nada, mi corazón entiende como nunca lo que cuentas en el texto, y se me ha encogido.

    Abraza el beso que te mando, a ver si te consuela en algo.
    Un beso.

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  3. No estés desolado, que tu niño te espera para volver a estar contigo y quererte mucho.
    Por un momento me hiciste pensar en la terrible desolación que deben sentir los que pierden a sus niños para no verlos más.
    La verdad es que los más pequeños dan vida por lo mucho que se aprende de ellos.
    Un beso.

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  4. Que bonito Paco, me parecía poder veros mientras lo leía, que bonito y triste a la vez.

    Un abrazo.

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  5. Que cantidad de yayos somos...por eso entendemos el vacío tan grande que se abre cuando se deja de ver un nieto..Se que no debo decirlo pero, diferente a ti me sucede a mi..ahora que llego de vacaciones es cuando regreso a ser la abuela y la verdad no se si mis vacaciones reales son cuando estoy de nuevo en casa...ánimos, aún queda en internet para verlos..
    ufff como sabes desglosar las penas..muchos besosss amigo Francisco

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  6. Francisco, tristes y desoladas letras amigo, me llegan al alma. Te dejo un beso, cuidate mucho.

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  7. Vamos a a ver abuelo, no sea exagerado, eso de los tiburones en Marbella, medusas gigantes, ya solo te falta los dragones. Sí, los "jodios nietos" se hacen querer mucho y cuando se marchan te dejan un hueco grande, ¿cuando lo vuelves a ver?, si tardara mucho, está el teléfono, internet, las visitas de los abuelos que no tienen otra cosa que hacer, el pensar en ellos, etc, etc.
    Mi caso no es el tuyo, hoy y mañana los tengo aquí durante las 24 horas, estoy contento, pero ya me está empezando a doler el cuerpo.

    Un abrazo.

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  8. Dan mucha guerra pero siempre compensa la energía y vitalidad que transmiten. Esa imaginación desbordante mezclada con la inocencia más absoluta.
    Entiendo cómo te sientes, aunque no sea abuela aún.

    Un beso, Francisco

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  9. No te aflijas Paco, que los nietos aunque se vayan lejos, siempre vuelven, además podrás hablar con el y verlo a través de internet.
    Me ha encantado tu escrito, ¡que habilidad del lenguaje tienes Paco!, ¡que envidia!, y que imaginación y las palabras justas para mezclar el dolor de la despedida de tu nieto,o sea, de lo real con lo ficticio y la prosa maravillosa con la que describes los sentimientos que esa despedida te inspira.

    Un beso y un fuerte y calido abrazo

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  10. Hola Francisco!!! Entiendo perfectamente el vacío que sientes, pasar un verano tan dulce y maravilloso y ahora queda ese hueco que hay que llenar!!! Vuélvelo a llenar con todos esos momentos maravillosos que has vivido, con nuevas ilusiones que seguro las tienes y con el saber que el verano que viene será mejor, mucho mejor. BESITOS Y SALUDITOS DESDE EL NORTE DE ESPAÑA.

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  11. Espero que se te pase pronto ese vacío.
    Bonita entrada.
    Un abrazo !

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  12. Ha escrito usted unas espléndidas letras que siendo prosa parecen versos. Y siendo forma tienen fondo. Un saludo muy cordial.

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  13. Joder Paco. Me has puesto un nudo en la garganta puesto que acabo de despedir hace unas horas a mi cacereñito. Me quedan las niñas, peo también han marchado a casa de sus abuelitos en Pamplona. De todas formas no nos vendrá mal un poco de descanso tras la vorágine de estos días. Saldos abuelazo

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  14. Ay Francisco!! No se que deirte porque en un momento como el que estás viviendo no sirven ni palabras, ni ningún intento de consuelo.
    Pido a Diós que calme tus angustias y vive tu duelo sin retaceos, que es la mejor manera de sobrellevarlo.
    Un abrazo mas fuerte que nunca, para tí y tu esposa.
    Juliana

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  15. Ay, ese corazón de abuelo, qué solo se queda. Pero sabe que todo es circunstancial y provisional, y que pronto volverá a encontrarse con Alberto. Mientras tanto, se nutrirá de los lindos recuerdos atesorados este verano.

    Buenas noches

    Bisous

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  16. Reyes, Elena, A.K.E., Daniel, Mirella, Poetiza, Emilio, Añil, Nerim, Liova, Luis, Desdelaterraza, Felipe, Juliana, Madame... sólo se me ocurre deciros gracias. Me hacéis muy feliz al aceptar las ñoñerías de este abuelo. Gracias por vuestra comprensión. Un fuerte abrazo.

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  17. Mira, Francisco, abuelo Paco, cuando tu niño tenga conciencia y consciencia clara de lo que es la vida, cuando sepa darle el valor exacto a todo, y lea y sepa todo esto... vamos, no quiero ni pensar!

    Yo, como nieta que he sido y que he adorado a mis abuelos y al haberme sentido terriblemente unida a uno de ellos... todavía es el día, el momento, que sólo pensar en él, me hace saltar los lagrimones!

    Pues eso, que tu Alberto tendrá para toda su vida bien guardadas esas querencias y esas aventuras vivídas junto a ti.

    Y tú, ánimo, que la vida todavía te deparará muchos encuentros con tu niño, y muchas alegrías para vivir y disfutar junto a él.

    Entrañable no es la palabra para este post de hoy... ni me sale el adejtivo, fíjate!

    Un beso para usted y para la abuela, que dónde la dejamos, que Pepita estará hecha polvo también!
    Ánimo, que enseguida os llegará otra alegría más!
    ;)

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  18. nada en el mundo se compara con esa relacion tan particular abuelo-nieto-abuelo

    Felicidades Francisco, mi beso

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  19. Hola Francisco! he llegado hasta aqui de la mano de una mujer a quien mucho admiro: Chelo. Me ha encantado leer esta entrada tuya dedicada a tu nieto Alberto. Puedo imaginar tu sentimiento, tengo 3 pequeños nietos y creo sentiría igual o muy parecido su alguno de ellos estuviera lejos de mi por mucho tiempo...Aprovecho para decirte: también me encantó el relato que hacen ambos de su encuentro!
    Saludos desde Montevideo, Uruguay

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  20. Muchísimas gracias, Abo Mary, por tus palabras. Ya sabes que los abuelos somos muy exagerados, pero los sentimientos son como caballos desbocados muy difíciles de controlar. Saludos desde Sevilla.

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