A Diego del Río Díaz-Jara
Supongo la mala cara que pondrás, lector, con sólo leer el título, pero en cambio yo los comí así desde siempre y hasta que salí fuera me parecía la cosa más natural. En mi Ojén natal, y por lo visto únicamente allí, es costumbre comer churros mojaos: recién salidos de la sartén les dan un ligero baño en agua salada y a disfrutar. El secreto es que deben estar los churros bien calientes y no dejarlos dentro hasta que se enfríen; sólo un ligero baño para que siguan estando crujientes y riquísimos.
Me consta que en cierta ocasión, un reputado científico de la Universidad de Stanford, California -químico para ser más preciso- se acercó con curiosidad gastronómica, bastante apetito y deseo investigador, quedando gratamente sorprendido. No he conocido el posterior estudio que sin dudas llevaría a cabo, pero sí su satisfacción en el momento de la ingesta y las repeticiones que llevara a cabo durante su corta estancia en la villa de Ojén.
Al parecer, según contaron nuestros mayores, todo comenzó como consecuencia de las penurias económicas de pasados malos tiempos. Los malos tiempos y las penurias económicas siempre vuelven, como ahora. En no habiendo para mojarlos en chocolate, recurrieron nuestros mayores a remover un poco de sal en agua templada y acertaron con un sabor que quedó en el gusto alimenticio del pueblo como algo característico y afirmaría que hasta exclusivo, ya que no se conoce este modo de comerlos en ningún otro lugar. Los ojenetos no sólo comemos los churros mojaos; la costumbre más general es comer algunos así y luego otros secos con café o chocolate. En este momento hay en el pueblo una única churrería llamada El Mojaito, regentada por Jorge: un joven dinámico y simpático industrial que, a base de buen trabajo y cordialidad tiene a su clientela plenamente satisfecha. Ya sabes, lector, si vas a Ojén, no dejes de desayunar en El Mojaito.
No conocía esa forma de comer los churros,pero por aquí en Madrid en la chocolateria San Ginés también los hacen muy bien.
ResponderEliminarUn beso y que tu día termine lleno de emociones positivas.
mmmmmm, parecen deliciosos....
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
¡Qué míticos los churros mojaos! El pasado jueves mis padres y yo dimos buena cuenta de algunos de ellos. Recuerdo que la primera vez que se lo conté a mis amigos decían "qué asco..." Pues no es lo que parece.
ResponderEliminarUn buen reclamo, y sabroso, seguro. Lo tendremos en cuenta para cuando podamos ir a ese tu pueblo que además tiene un nombre cordial. Ángel
ResponderEliminarPues no conocía esta costumbre. Seguro que están riquísimos los churros mojaos, sobre todo para mi que soy más de comer salado.
ResponderEliminarGracias por la información. Lo tendré presente.
Un abrazo Francisco.
Francisco, vengo del espacio de Chelo a ver que es esto de los churros mojados. Qué interesante la historia que cuentas. En Argentina nos gustan mucho los churros, pero por aquí son derechitos, cuando estuve por allí me llamó la atención que vinieran en forma de espiral.
ResponderEliminarMe gustó esta entrada y desearía llevármela para mi blog ya que una vez por semana invito a algún bloguer amigo para que sea conocido por mis seguidores
Te invito a mi espacio http://norma2-siempreesprimavera-norma2.blogspot.com
Mis saludos desde Mar del Plata Argentina
Nunca te acostarás sin saber una cosa más; es la primera vez que oigo esto de churros mojaos... wauuuuu y además con agua y sal, un bañito rápido.... habrá que provarlos, a mi me salen muy bien, fritos, claro....
ResponderEliminarGracias, otra historia culinaria de nuestra España en tu pueblo.
Saludos afectuosos
Leonor
Francisco, que delicioso texto, se antoja probarlos, por aca no he comido churros asi, y con un rico chocolate, que delicia al paladar. Te dejo un beso, cuidate mucho amigo.
ResponderEliminarAyer desayuné churros, pero hoy hay que proporcionarle al estómago algo más ligero, ¿alguien me acompaña? Gracias por vuestros comentarios: A.K.E., Sólo el Amor, Carlos, Pensionista, Belkis, Norma2, Leo, Poetiza. Un fuerte abrazo a todos.
ResponderEliminarEl churro mojao es la primera vea que lo escucho, y mira que aquí nos gustan este desayuno, especialmente cuando lo mojas en chocolate y si es con café el churro bien embadurnado en azúcar.
ResponderEliminarHablando de churros, una noticia de la televisión alemana ponía al churro a caer del burro, que si engordan que si mucho aceite, etc...pero bien que sus teutones/as cundo vienen por aquí se ponen hasta las teutonas de comer churros.
Saludos
Son grandes, pero como niños: critican lo que hacen otros y ellos hacen lo mismo en cuanto tienen la menor ocasión. Un abrazo, Emilio.
ResponderEliminarOhhhhhhhhhhhhh!!!! No sabía lo de los churros "mojaos" con agua salada. Gracias por la información Francisco, a mi me gustaban, me gustan, los regordos!!!! BESITOS Y SALUDITOS DESDE EL PIRINEO ARAGONÉS.
ResponderEliminarYa estoy de vuelta, me he tomado unos dias de descanso.
ResponderEliminarYo tambien es la primera vez que oigo acerca de esta peculiaridad gastronomica como son los churros mojados de Ojen. No me aventuro ni siquiera a imaginar a que saben, sería cuestión de tenerlos enfrente, probar, y luego opinar.
Un fuerte abrazo
Los churros son una tentación a la que no me puedo resistir... Están deliciosos.
ResponderEliminarGracias por tan suculento post
En agua salada! Qué curioso, monsieur, nunca lo había oído. A quién se le ocurriría lo de la sal, si yo siempre los he comido con azucar? Y, por supuesto, con el tradicional chocolate. Habrá que probar su propuesta.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Tampoco yo había oído hablar del remojo de los churros en agua salada. No todos los pueblos pueden presumir de tener una especialidad gastronómica. Veré si me animo con los próximos churros o con buñuelos, más típicos de mi tierra, pero que como los churros si se hacen como se debe también salen del aceite bien crujientes. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Francisco:
ResponderEliminarMientras leo tu entrada saboreo un humeante cafecito pero, no tengo un churro, para acompañarlo y he quedado provocado.
Un abrazo.
churros sí, pero dulces; con az+ucar por arriba, con dulce de leche por dentro o bañados con chocolate...pero asi mojados en agua y sal jamás los probé
ResponderEliminarbesote