Un desconocido avanza en
la noche
con música de cuero sobre los
adoquines;
va tocado con abrigo y
sombrero
y envuelto en espiral de
sombras,
como refugiándose de vagas
sospechas
a las que evita alertar a
todo trance.
La calle es silencio insondable,
un eco sordo, una alerta,
un enigma…
No se dibuja temblor en su
ánimo;
en cada encrucijada una
incógnita
bosqueja lo previsible
dando rienda suelta a lo inimaginable.
Las sombras se agigantan,
crecen exponencialmente
y se anticipan, por
efectos de la luz,
al cruce siguiente: la
luz, como el sonido,
es chivato que alerta en
la penumbra.
Le salen al paso dos
amigos de lo ajeno,
Y se percata del doble brillo
de acero
respondiendo con toda
docilidad.
Mala suerte: el manto de
sombras
le ha envuelto en lo
adverso
y se limita a paladear el
sabor de estar vivo.
Me he equivocado, pensaba que el de la sombra era un asesino a sueldo en busca del bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Afinal existem sombras que parecendo sombrias e terríveis ... são puro encanto
ResponderEliminar.
Cumprimentos cordiais … um dia feliz
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Bravo por el texto
ResponderEliminarLo importante es seguir vivo aunque te despojen de todo que al fin y al cabo es material recuperable pero la vida si se pierde ya no se recupera.Saludos
ResponderEliminarMuy bueno como relato de suspense e investigación, Francisco. Lo has bordado, amigo. Gran destreza y maestría en las descripciones.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz jueves, compañero de letras.
Después de todo, Francisco, vivió para contar el cuento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nice post thank you Shannon
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