05 junio 2022

DE PAR EN PAR



He dejado de par en par

la puerta a la esperanza

y no me ha defraudado.

Es más, hasta una mano desconocida

le ha puesto un calzo

y así permanecerá

hasta que una ráfaga adversa

firme el finiquito

de tan placentera bonanza.

 

En la ventana que da al mar

se acumula el óxido de los años,

pero también la música salobre

que invita a extasiarse en su cadencia.

Allá, casi en el horizonte,

─como una incógnita─

un barco de gran calado

se acompasa a la lentitud

deformada de la distancia

y, con voluntad o sin ella,

se burla de mis figuraciones.

 

En lo inmediato, la araucaria se asoma

─desde su vértigo verde─

y curiosea las proximidades

con la inocencia

de quien habita las alturas.

Corre el aire sin detenerse

en pormenores sin importancia,

mientras la mente, de par en par,

va de lo uno a lo otro

sin prisas ni pausas.

8 comentarios:

  1. El abrir puertas y ventanas y otras cosas de par en par tiene sus problemas que lo mismo que te entra el aire, te puede entrar un vendaval, una sinfonía o un ruido infernal, lo mismo te entra por la puerta un ser vendito o un asesino en serie y si dejas tu corazón abierto hasta te lo puede matar, no es desconfianza..., o sí, es la nueva sociedad injusta que han creado, o pensar como Hobbes "el lobo es un lobo para el hombre", me gustaría dejar todo abierto, pero no se puede.

    Un abrazo.

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    1. Aunque me crié con las puertas abiertas, los tiempos y el lugar no son los mismos, pero una recuerda y elige dejar las puertas abiertas a la esperanza.
      Un abrazo, Emilio.

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  2. Mais um poema deslumbrante que me fascinou ler
    .
    Feliz domingo.
    .
    Pensamentos e Devaneios Poéticos
    .

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  3. Pues claro que sí Francisco hay que dejar las ventanas bien abiertas a la esperanza y jamás cerrarlas.Saludos

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    1. Muchas gracias, Charo, por afirmar lo que siento.
      Un abrazo.

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  4. Todo el poema es una alegoría de cómo vive el alma, a través del símbolo de la ventana material, abrir puertas a la esperanza...Es un disfrute sentir el aire, la frescura del mar, la libertad de la imaginación, que se hace gaviota y va más allá de los sentidos. Sin miedo, sin prejuicios, volar y renovar las estancias internas, que se llenan de belleza y de magia. Muy bueno, Francisco. La esperanza es una virtud medicinal, que debiéramos ejercitar cada día.
    Mi felicitación y mi abrazo por tu buen hacer constante y generoso.

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    1. Tu comentario, María Jesús, es como mi ejercicio inverso, justo aquello que vino a mi mente y traté de transcribir en palabras. ¡Quién como tú!
      Un fuerte abrazo.

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