Si pudiera elegir;
si yo pudiera elegir,
me pediría hacer de este
otoño de sobresaltos
un aposento humilde y
colorista
en el que venerarte.
Cúbreme con tu mirada,
arrópame en tu memoria
visual,
en el tacto palpitante
de aquellos jóvenes que
fuimos
cuando tejíamos sueños
para el presente y para el mañana,
en el incendio de nuestras
miradas
donde nos fundíamos,
y donde nos seguimos moldeando
el uno en el otro para
siempre.
Ay, si pudiéramos elegir...
ResponderEliminarA mí me gustaría un otoño templado, soleado, con suave lluvia (pero por las noches, por favor, que por el día hay que pasear entre las hojas caídas y los bancos del parque, vacíos de niños porque andan en la escuela... ¡qué paz!)
Me alegra mucho volver a leerte por estos mundos blogueros cada vez más solitarios.
Un abrazo, Paco.
Muchas gracias, Cayetano. A veces he pensado tomarme un respiro, pero no lo hago porque el ejercicio me viene bien y porque le da aliciente a mi vida, pero ya sabes las circunstancias en el hogar y no he tenido gusto para distraerme. Gracias y muchísimas gracias, Cayetano.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hacia tiempo que no se te veía el pelo, me alegra verte de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto, Emilio, va para dos meses. Mi mujer ha sufrido un desprendimiento de retina y todo en mi vida se ha alterado. Gracias por estar en este primer instante.
EliminarUn fuerte abrazo.
Eliges bien.
ResponderEliminarBesos.
Mil gracias, Amapola. No llego a la belleza de una mariposa azul, pero hago lo que puedo.
EliminarBesos.
SENCILLAMENTE PRECIOSO
ResponderEliminarMuchas gracias, Chema.
EliminarUn abrazo.
Francisco, aunque todos los días no estoy en el blog, te he echado de menos...Me alegro verte de nuevo escribiendo. Las neuronas necesitan moverse, renovarse y este tiempo invernal nos vuelve más perezosos. Pero, ahí están tus letras abrazando el romanticismo, que sigue estando presente, porque el amor es eterno y nos sigue impulsando.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo, Francisco.
Gracias por tu mucho afecto, María Jesús. He estado atrancado a causa de la salud de mi musa, quien ha sufrido un desprendimiento de retina; pero ya está mejor y yo satisfecho de que así sea.
EliminarUn fuerte abrazo.
Si pudiéramos elegir algunas cosas, otro gallo nos cantaría, sobre todo en cuestiones amorosas, pero no podemos, esa es la pena.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
En el fondo, somos el resultado de nuestra continua elección, de los caminos y de los vericutos. Elegimos sin conciencia de hacerlo, sin saborearlo, pero nuestra voluntad e inconsciencia están en el menú del cada día.
EliminarUn abrazo, Julia.
Si pudiéramos elegir..... esto sería un caos. jeje
ResponderEliminarBesos, Francisco. Espero que tu compañera de vida esté mejor de su problema ocular. dale un beso de mi parte
Mil gracias, Arantza, por tus preciosos deseos.
EliminarDos besos.
gracias por volver. Ya se y se de la mejoría. Pero es una alegría volver a leerte. Dos besos.
ResponderEliminarGracias a ti por pensar en ella.
EliminarDos besos.
Me alegra volver a verte por estos lares, he leído lo ocurrido a tu mejor y le deseo una pronta recuperación.El poema es precioso.Saludos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Charo, en especial por lo que a ella afecta.
EliminarUn abrazo.
Ganas de volver a leerte.
ResponderEliminarPalabras bellas y sentidas. Un abrazo.
Y ganas de volver a sentir deseos de hacerlo, Musa. El silencio también es un ofrecimiento.
EliminarUn abrazo.