04 diciembre 2019

TIEMPO DE SILENCIO




Paralelo al río, entre parterres
y recovecos de las arcadas del puente,
en la coqueta plaza del Museo,
en la covacha de un cajero automático
o en el improvisado rincón
fuera de la codicia de otros
y con ayuda de cartones y plásticos,
el silencio de los invisibles.
Ellos lo saben todo del clima y de las estrellas,
─no de las Michelin─
sin necesidad de acudir a la cumbre del COP25;
saben de mendrugos y comedores sociales,
algunos de sustancias aditivas
y de vidas destrozadas por nimiedades y otras contundencias;
entienden de desahucios, del rigor del invierno
y del verano. No saben
de aquellos hijos que un día fueron júbilo
y que se desmembraron en la niebla de los días.
Entre los colegas, una corriente en crecida y competencia
de pieles curtidas, de negritud y escala variada,
que cruzaron las fronteras a lomos de Odiseo
en busca del Paraíso y llegaron al Averno.
En menor número y mayor fragilidad, ellas,
las portadoras de la vida, los vientres fecundos
pastel de violadores y pañuelo de sus mocosos.
En esta sociedad del Black Friday y luces de Navidad
en competencia entre alcaldes de lo inútil,
los invisibles de este Tiempo de Silencio
para quienes algunos proyectan muros
y los más osados exterminio.

8 comentarios:

  1. ¿Habrá otro más pobre que yo? Decía aquel personaje de Calderón. Siempre hay alguien que lo pasa peor.
    Un abrazo, Paco.

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    1. A todo hay quien nos gane y también en la pobreza. Habíamos alcanzado un estado de bondad que se ha perdido en los últimos años de empobrecimiento y éste en crecida por la precariedad laboral.
      Un abrazo, Cayetano.

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  2. Lo peor de todo es como la persona va evolucionando hacia lo peor, tenemos a un joven en el barrio que, sin saber porqué, lleva varios años abandonándose, ya no se le reconoce.

    Un abrazo.

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    1. Dicen los interventores sociales que la persona que pasa mucho tiempo en la calle acaba haciendo una enfermedad mental. Y es que una vez has caído es muy difícil levantarse, Emilio.
      Un abrazo.

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  3. Una triste situación que no deberíamos de permitir...hay que ayudar a toda persona que vive en la calle a que salga de esa situación.Saludos

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    1. Tienes razón y es mucho lo que podemos hacer: denunciarlo, protestar a las autoridades municipales, autonómicas o estatales, ayudar económicamente a las entidades que salen en su ayuda, incorporarse al voluntariado, o bien no ignorarlos como si fueran invisibles.
      Un abrazo.

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  4. Una dolorosa realidad, cada vez más dura.
    Y como siempre, pagan justos por pecadores.
    Un abrazo.

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    1. Tienes razón. Dicen los técnicos que una persona en la calle, por la causa que sea, acabará haciendo una demencia. Es una situación muy grave.
      Un abrazo.

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