Un torrente en crecida,
un borbotón que amenaza
desbordarse
y hace de los ángulos
escolleras
por las que sangrar
hasta la lividez de lo
resistible.
El pulso languidece. Hace
frío;
todavía no es invierno,
pero son gélidas todas las
expectativas
y se adivina la derrota.
Un universo en deshielo
afronta la lividez de este
estado
que se me escapa al tacto
y se encarama en la
sospecha.
A pesar de todo, estoy
sereno;
tengo frío, tengo mucho
frío,
ese mismo frío de quien nada
espera.
Siempre hay que esperar algo, al menos, que la cosa no empeore.
ResponderEliminarUn abrazo.
En este tiempo de consumo y regalos, Emilio, hay mucha gente que nada espera y bien merecen un mínimo recuerdo.
EliminarUn abrazo.
No dejes que el invierno se apodere de tus dominios. Ya sabes que el frío por allí son un par de meses, luego vendrán días radiantes.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Hay un frío atemporal, Cayetano, el que por fortuna no padezco en lo físico, pero me solidarizo con quienes lo padecen.
EliminarUn abrazo.
Si. Hay fríos que hielan el alma. Hoy los fríos hielan el alma de los damnificados, y bolsillo de los que lo han perdido todo
ResponderEliminarDios les ampare, y nosotros sepamos ayudarles.
Que bien lo has expresado.
Dos abrazos.
Es muy desesperante ver que el agua o el frío arrasa con todo. Somos frágiles, my frágiles y muy dependientes del entorno.
EliminarDos abrazos.
El frío es más extremo también ahora. Y zanja las diferencias sociales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es ese frío de quien nada espera el que crea esa brecha social cada día más severa. Sara, ¿qué mundo estamos creando?
EliminarUn abrazo.
El frío también despierta a quien moverse quiere para conservar la poca calidez que le resta. Invierno tiempo de introspección y reflexión. Pero, cierto, si hay lumbre mucho mejor.
ResponderEliminarAnna
A veces, la mejor lumbre, Anna, es una mano tendida, la ayuda solidaria y comprometida.
EliminarUn abrazo.
Yo siento ese frío en mi Argentina querida.
ResponderEliminarDerrota.
Te mando un abrazo.
Un poema intenso que llega hondo.
Cariños
Yo siento ese frío aquí en medio de la ciudad, y en el Mediterráneo, y al otro lado del Atlas, pero también en tu Argentina, en la Amazonía y allá donde hay un ser que sufre.
EliminarUn cariñoso abrazo.
Hay que aceptar el frío pues trás él llegará la primavera con nuevas ilusiones.Saludos
ResponderEliminarEl frío climatológico es natural, lo que ya no es tan natural es que los polos se derritan.
EliminarUn abrazo.
El cambio climático , cada vez acentúa más sus consecuencias y es la causa de tantas inundaciones.
ResponderEliminarBesos
A veces siento la desazón de si estaremos a tiempo o no de torcer el camino de esa deriva. De lo que estamos seguros es que los dirigentes no saben ponerse de acuerdo.
EliminarBesos.
Estos versos son ricos en lecturas: inundaciones desastrosas, cambio climático y personas que están en dique seco y en días como los que estamos viviendo se hace más insoportable su existencia.
ResponderEliminarCualquiera de estas cosas es terrible pero lo más inmediato son las personas que viven en un invierno permanente.
A pesar de ello , no perdamos la esperanza.
Esto quiere ser un grito desesperado, pero un aferrarse a la esperanza de que seamos capaces de subvertir la derrota que está tomando la Naturaleza. Una vez más, está muy claro que es el hombre el más frágil de todo lo creado. A pesar de ello, nos queda la esperanza.
EliminarUn abrazo.