18 agosto 2010

EL GRANO Y LA PAJA

Emilio había sobrepasado los cuarenta años y tenía la sensación de que su vida era un puro fracaso. Perseguía la perfección y se desmoralizaba cada vez que en alguno de sus proyectos afloraban los inconvenientes. Le habían hablado de un sabio que se había apartado del mundo y vivía como ermitaño en la cima escarpada de la montaña.

Empujado por la inquietud que le amargaba sus días, subió al monte y se presentó en la puerta de la cueva diciendo: Maestro, ¿qué  puedo hacer para evitar en todos mis proyectos los efectos no deseados? El anciano guardó silencio por unos instantes, luego lo miró, salió hasta la puerta de la cueva donde Emilio se encontraba y dijo: Hace una mañana muy fresca, ¿no sientes frío? ¡Sí, maestro! –dijo frotándose las manos y las orejas- Pues pasa y caliéntate, voy a encender fuego para ti. Emilio entró en la cueva, observó la carencia de enseres, el rústico catre y se acercó a la lumbre, pero al poco se retiró frotándose los ojos y renegando del humo. Joven, -le dijo el anciano- has venido hasta aquí buscando consejo y para ello has tenido que hacer el pago del esfuerzo en subir hasta esta altura; luego te has acercado al fuego para calentarte y protestas del humo. ¿No sabes que a poco de haberse encendido el fuego el humo desaparece, las llamas lo iluminan todo, y luego el rescoldo nos sigue dando calor y sosiego propicios para la contemplación? Imagino que si te invitara a comer el fruto del castaño protestarías de las púas que lo protegen y la camisa que lo envuelve; pues como el grano de trigo tiene que ser trillado en la era y aventado para separar la paja del grano, con la ayuda de la brisa suave, así cada una de las actividades de la vida tienen su grano y su paja. Emilio se marchó cabizbajo y enfiló el sendero de vuelta cavilando en las palabras del maestro.

1 comentario:

  1. Buena moraleja, conozco yo más de una persona así, la protesta continua y la poca paciencia les cierra todas las puertas, de jóvenes todos fuimos un poco de esa manera pero los años van haciendo el trabajo del Maestro
    Saludos

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