21 agosto 2010
LA CONTUNDENCIA DE LAS ARMAS
El hombre se asombró de la contundencia y eficacia de lanzar una piedra contra su adversario, salvaguardando su integridad física del anterior cuerpo a cuerpo, y descubrió las armas sin saberlo; seguidamente inventó la honda para hacerlo con más fuerza y a mayor distancia; prolongó la capacidad hiriente de su brazo a la espada, e hirió de muerte a su enemigo; alargó el brazo aún más y ensartó al contrario con la lanza o la pica, incluso desde el caballo; descubrió la pólvora y fabricó arcabuces que luego fueron fusiles y terminaron siendo automáticos con barrido de ametralladora; los cañones acabaron con el refugio de quienes se protegían y los obuses sorteaban los obstáculos en busca del objetivo; los tanques abrieron los caminos y los anfibios resultaron ser magníficos vadeadores; los aviones le permitieron al hombre ni tan siquiera mancharse los pies de barro… Después vendrían las minas, las bombas lapa, la guerra nuclear, la bomba de neutrones, la guerra química, las bombas de racimo… y el hombre sigue con saña inventando elementos que le ayuden a acabar con su adversario; pero ningún arma es tan destructiva y contundente como la calumnia, pues ésta mata con la lengua y se extiende de forma imparable como nube fétida, como un veneno inoculado en las arterias de la sociedad, que acaba con el difamado desde el corazón.
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Reflexiones
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Además las devastaciones producidas por las guerras más o menos se pueden reparar pero, es muy dificil, por no decir imposible, reparar los estragos producidos por la calumnia.
ResponderEliminarHay una frase muy española: "calumnia que algo queda". Es una gran verdad y la vemos a nivel político de actualidad casi constantemente. luego cuando el político "corrige" lo que dijo, lo que hace es dar más difusión a la calumnia. Y quedan estas otras frases: "algo de razón tendrá", "cuando el río suena", "por algo será que lo dicen" etc...
ResponderEliminarPero me he desviado, la idea de mi intervención era otra: pedir opinión sobre qué os parece el género literario que tanto vende llamdo "novela histórica".
Dónde está en cualquiera de esos best sellers el límite entre la ficción y la realidad histórica?. está legitimado cualquier autor a escaparse de responsabilidad lanzando una calumnia y luego, si acaso, decir que era una ficción ? quién nos ayuda a distinguir entre los escritores que novelan una realidad histórica y los que inventan una novela ficticia, en todo o en parte. llamándola histórica ?
Hola Francisco:
ResponderEliminarComparto esa opinión.No hay nada más dañino que la calumnia, porque suele tomarse como verdad...aunque luego quede desvirtuada.
Acerca de lo que dice Joaquin, acá en Chile se debate lo mismo, debido a libros históricos que suelen ser "novelados" en distinta forma,al ser llevados a la televisión.
Cordiales saludos.
La calumnia lleva una maldad intrinsica que superarla cuesta...cuesta... pero siempre quda el requemor.
ResponderEliminarSaludos
Dijo Miguel Hernández:
ResponderEliminarTristes armas
si no son las palabras.
Pero la calumnia está hecha de palabras y mata con las palabras.
Joaquín, yo creo que novelar un hecho histórico es una cosa, e inventarse acciones pseudohistóricas y además calumniosas sin niguna base, es otra muy distinta. Y todos tenemos en mente unos cuantos betsellers de este último género y que muchos han tomado por verdades indiscutibles.
ResponderEliminarCuando escribí el comentario anterior no podía imaginar que pocos días después iba a ser víctima de lo que estaba hablando.
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