El mito de Don Juan nace en la primera mitad del siglo XVII con la puesta en escena de la obra teatral de Tirso de Molina El burlador de Sevilla o El convidado de piedra. Tirso dejó en herencia al personaje de Don Juan a Molière, a Lorenzo da Ponte (autor del libreto de Don Giovanni de Mozart), Azorín, Marañón, Lord Byron, Pushkin, Zorrilla y una larga lista de autores.
El Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, es seguramente la obra teatral más representada en España, ya que desde su estreno se tomó por costumbre representarla cada año en noviembre, mes de los muertos, por todas las ciudades. A diferencia del Don Juan de Tirso, el de Zorrilla se salva de la condenación, haciendo que sea el Dios de la clemencia quien le perdone ante su arrepentimiento en sus últimos instantes de su vida.
Sevilla es una de esas ciudades en las que se conserva la tradición de dichas representaciones en noviembre. En los últimos años, en el sin par templo San Luis de los Franceses, y en días pasados en el Teatro Quintero.
Bajo la dirección de Teatro Clásico de Sevilla y escenografía de Antonio Zanonni, un cuadro de actores de magnífica factura, salvo –a mi gusto- Juan Luis Corrientes en el papel de Don Luis Mejías, un tanto gritón y poco convincente. Moncho Sánchez-Diezma y Rebeca Torres hacían de Don Juan y Doña Inés personajes absolutamente verosímiles y envolventes en el misterio de la representación; papel destacado el de Roberto Quintana representado al sufrido personaje de Don Gonzalo de Ulloa.
Como ya nos tienen acostumbrados los cómicos en las representaciones de los clásicos, la música, de Jasio Velasco, ponía la nota anacrónica a la representación, si bien no resultaban indigeribles los acentos aflamencados. En suma, continuismo a la tradición y un espectáculo muy digno de repetirse año tras año.
Preciosa entrada traes hoy todo un clásico por esta época respresentada en los mejores teatros de España. Nos habla de ese último instante en el que algunos tiene la oportunidad de arrglar cuentas con ese más alla...
ResponderEliminarGracias por ese beso que me dejaste.
Otro ara ti
Disfrutar, los que podéis, del teatro clásico español aunque no sea en representaciones óptimas. En algunos lugares no tenemos la opción de presenciar algo clásico en una lengua simplemente co-oficial...
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