Emergente, como el agua recóndita
de las mareas con olas añejas,
como el lapso periodizado
de un tiempo cíclico, de una coda
perenne que se vivifica espontáneamente
al capricho de quién sabe qué,
de quién sabe cómo,
de quién sabe cuándo;
de los resortes de la memoria
que se resisten a fenecer;
como la reencarnación de un tiempo imposible
de voces afónicas que claman
el encuentro; así, así te sueño,
regresando, reiniciando el camino
abandonado en el que me perdí,
en el que te perdí, al que me aferro.
A ver si al final voy a leer poesía y todo... Luego vendrá el entrar al fondo, claro. Beso.
ResponderEliminarEl mar me arrebató algo muy preciado cuando era pequeña, desde entonces no dejo de buscarlo pero sin exito. Tal vez, tu puedas encontrar esa ola que lleva en la cresta mis recuerdos perdidos.
ResponderEliminarUn poema precioso Paco, ¿que mas te puedo decir al respecto?.
Un fuerte y calido abrazo
Hay veces que cuesta olvidar, pero lo que es cierto es que no es bueno aferrarse a los recuerdos, y menos si hacen daño. Aunque en la poesía queden muy bién.
ResponderEliminarUn abrazo
Francisco, de tí no me sorprende ya nada. Tú también eres emergente. Un saludo
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