Para quien despierta antes del amanecer, las doce de la noche es la madrugada. Pasaban algunos minutos de la media noche cuando sonó el teléfono: “¡Agustín!” No, no soy Agustín. “¡Pues dile que se ponga!” Aquí no vive ningún Agustín. “¡Cómo que no!, ¿qué teléfono tiene usted?” ¿No le parecería más propio que fuera usted quien dijera a qué número llama? “¡Qué barbaridad, cómo se pone!”
Un incidente, un error que afortunadamente no ocurre con frecuencia, pero que viene a sumarse de tarde en tarde a las llamadas inoportunas de las teleoperadoras a las horas de las comidas o la siesta. El resultado es que el sonido del teléfono me arrancó de los amorosos brazos de Morfeo; luego vendrían las preguntas y la indignación por el desempacho de quienes se atreven a llamar a horas que con toda probabilidad pueden resultar intempestivas. Después, como se enganchan las cerezas, de un pensamiento a otro y de otro a uno, una ruina de noche.
cierto, pocas veces las llamadas a horas intempestivas resultan ser la amenaza que se supone al primer timbrazo...
ResponderEliminarA esas horas, si suena el teléfono, seguro, seguro, que bueno no es. Es inevitable pensar que va a ser una mala noticia.
ResponderEliminarA mi me pasó, de vacaciones en Suiza, sonó el telefono movil a las 3 de la madrugada, no podía controlar los latidos de mi corazón, parecia una manada de caballos desbocados, cuando contesté,supe que era una equivocación.Luego fue imposible conciliar el sueño. Lo que maldije, solo Dios lo sabe, si es que a esas horas estaba despierto.
Un fuerte y calido abrazo.
Y cada vez son más abundantes las llamadas para vendernos algo que nos nos interesa para nada o para anunciarnos la visita de algún comercial al que no tenemos ninguna gana de recibir. A todos les digo lo mismo: si me interesa algo ya lo pediré. Yo ya no sé cómo evitar todas estas molestias sin prescindir del teléfono. Un abrazo
ResponderEliminarTodas las dolencias, se curan con paciencia...
ResponderEliminarYa ves, de no haber sido por ello, no estaríamos platicando :)
Un abrazo repiqueteando!