Te llevo en mis manos,
en el tacto, en el roce de
tu piel
con mi piel;
en el reciente y en aquel
otro
donde las tuyas y las mías
eran tierna tesura,
avidez de encuentro,
perfume jovial y prometedor,
memoria en busca del
reencuentro.
Entonces,
dos palomas de alas
entrelazadas
construyéndonos uncidos;
en la actualidad, el apoyo
recíproco
de nuestras debilidades.
Te llevo en mis manos,
en el perfume de tu piel,
en el tacto rugoso y tibio
y en la voluntad de
pertenencia,
sin renuncia ni caducidad.
Te llevo en mis manos
y me siento vivo en las
tuyas.
Maneras diferentes de amar con el paso de los años.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Distintas manifestaciones y archivo de recuerdos para un mismo fin.
EliminarGracias un día más, Cayetano.
Un canto al verdadero Amor. Un abrazo, Francisco
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me encanta lo que dices porque eso es el auténtico amor, también me gusta ir de la mano y lo haré hasta que el destino final nos separe.Saludos
ResponderEliminar¡Qué bonito, Charo! Muchísimas gracias.
EliminarUn abrazo.