17 octubre 2019

HAY UN LUGAR




Hay un lugar
donde el bosque llora
y la madreselva le hace compás
con lánguidos suspiros de añoranza,
como recordando el tesoro perdido
o la senda desangrada del río
en su caminar pretérito y ancestral.

Hay un lugar
donde la vida se ha trastocado
hasta el punto que se confunde
la noche con el día,
la función clorofílica con el vómito de muerte,
el manantial con la escombrera
y la vida con la muerte.

Hay un lugar
donde hoy moran los estertores,
donde antes lo hacían las abubillas y el mirlo,
donde el arroyo cantaba endechas,
donde el mirto exhalaba requiebros,
donde el cantueso y el alhelí
eran confirmación de lo no errado.

Hay un lugar
donde todo es pasado, vida en fuga,
muerte que ronda la vida,
reinado de lo podrido,
donde la vida vencida es derrotada
y sometida sin posibilidad de volver a ser.

11 comentarios:

  1. Si es ser humano es capaz de destrozarse a si mismo ¿como no lo va a hacer con la naturaleza?, somos unos salvajes.

    Un abrazo.

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    1. El término salvaje necesita matices, Emilio. Entendemos por salvaje a esas criaturas primitivas que viven en medio de la Naturaleza y la cuidan como a su propia casa.
      Un abrazo.

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  2. Todo es destrucción, devastación, contaminación... Anoche unos salvajes quemaron tropecientos contenedores de basura en una gran ciudad. Mal vamos.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Por esa herida sangramos muchos, Cayetano. Espero que antes que después se acabe y se imponga la mesura.
      Un abrazo.

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  3. Me conmueve.


    Un abrazo, querido Francisco.

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  4. Me apena. ¿Qué estamos haciendo?
    Besos

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    1. No lo sé, Arantza, hemos perdido el norte y estamos cavando nuestra propia fosa.
      Besos.

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  5. Triste y real situación la que describes estamos convirtiendo a nuestro planeta en un auténtico estercolero y no hacemos nada para evitarlo.Saludos

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    1. Ningún estado cumple con los plazos que se han marcado y muchos hasta niegan las evidencias. Así vamos al desastre.
      Un abrazo.

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