16 octubre 2019

OTOÑO EN EL VIÑEDO

Fotografía de Isidoro Jara.



El otoño ha llegado al cortijo,
como ha dorado la viña
vistiéndola de pámpanos encendidos
y marrones quebradizos y ojerosos;
hace días que acabaron los viñadores
y hoy se doblarán ante otras cepas
o quizás ante el infortunio del paro.

La agricultura es temporalidad
de cultivo y también de laboreo.

También ha llegado el otoño
al rico caserío de los abuelos,
como con frecuencia sucede
a la tercera generación.

El paso de los días deja una mácula
imposible de disimular,
un agotamiento y transformación
que no se asume
o te suma en la más absoluta
decepción insuperable
en la que la savia dormita.

7 comentarios:

  1. La estación más bonita del año si no se desmanda. Como en la vida, es la madurez, el tiempo de los sabios y de los poetas que se cansaron de cantar a la primavera, más cursi y adolescente. Lo importante es que se alargue y que no llegue el invierno.
    Un abrazo.

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    1. ¡¡Ay Cayetano!!, el problema es que el invierno llega siempre.

      Un abrazo.

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    2. Cada momento de la vida tiene su aquel, Cayetano. A mí me gusta mucho el otoño por idénticas razones que tú aportas, pero también la primavera y el verano. El invierno, como dice Emilio, es otra cosa.
      n abrazo

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    3. Emilio Manuel, en verdad ya he contestado también a tu comentario, pero no quería dejar pasar la ocasión para saludarte.
      Un abrazo.

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  2. Es ley de vida ese otoño que nos llega a los abuelos y que luego dará paso al invierno aunque no todos lleguen...hay que dejar sitio a las nuevas generaciones.Saludos

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    1. El mayo comprende que es ley de vida, pero cuando la diana es él no suele llevarlo tan bien, Charo.
      Un abrazo.

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